Leer: 1
Reyes 19:19-21
| Cuando era
niña, mi semana favorita en el verano era la que pasaba en un campamento
cristiano de jóvenes. El fin de semana, me sentaba codo a codo con mis amigos,
frente a una enorme fogata.
Allí
compartíamos lo que habíamos aprendido sobre Dios y la Biblia, y cantábamos.
Una canción que todavía recuerdo hablaba de decidir seguir a Cristo. El
estribillo tenía una frase importante: «no vuelvo atrás».
Cuando
Eliseo decidió seguir al profeta Elías, llevó a cabo algo increíble que hizo
difícil (en realidad, imposible) que volviera a su antiguo trabajo agrícola.
Después de ir a su casa y hacer un banquete de despedida, «tomó un par de
bueyes y los mató» (1 Reyes 1:21). Quemó sus instrumentos para arar, asó al
fuego la carne recién cortada y dio de comer a todos los presentes, poniendo
fin a su forma de vivir. Después, «se levantó y fue tras Elías, y le servía»
(v. 21).
Consagrarnos
a Dios, quien merece nuestra devoción, suele implicar tener que pagar un
precio. No obstante, nada se compara con lo que ganamos cuando seguimos
adelante con Cristo, quien dijo: «Porque todo el que quiera salvar su vida, la
perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará» (Mateo
16:25).
Padre,
ayúdame a ver si hay algo que deseas que deje para seguirte completamente.
Jesús busca seguidores a tiempo
completo.
Nuestro Pan
Diario
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