Un estudio concluye que las personas con emociones positivas tienen un corazón más sano.
Aunque muchos estudios han demostrado los efectos
negativos que tienen el estrés, la ansiedad o la depresión sobre la
salud cardiovascular, poco se sabe científicamente sobre lo que ocurre
en el caso contrario.
Ahora, un
estudio realizado por la Escuela Pública de Salud de Harvard (EEUU)
revela que las personas con emociones positivas tienen un corazón más
sano.
En una revisión de más de 200 artículos previos, los investigadores encontraron que ciertos
aspectos psicológicos relacionados con las emociones positivas como el
optimismo minimizan los riesgos de sufrir infartos, ictus y otros
accidentes cardiovasculares.
"Hemos
visto que factores como la felicidad, el optimismo o la satisfacción con
la propia vida reducen el riesgo de enfermedades del corazón,
independientemente de otras características como la edad, el estatus
socioeconómico o el peso", explica Julia Bohem, una de las autoras del
trabajo que se publica en la revista Psychological Bulletin .
FACTORES INDIRECTOS
Para entender mejor las relaciones entre la salud psicológica y la
cardiovascular, los investigadores analizaron la asociación con otros
factores indirectos relacionados con las actitudes positivas.
Los
resultados por ejemplo mostraron que, en general, las personas que se
sienten satisfechas con su vida también tienden a adoptar hábitos más
saludables: practican ejercicio diariamente, siguen una dieta sana y
duermen un número de horas aceptable.
Además, las personas con actitudes más positivas suelen tener menor
presión sanguínea, cantidades de lípidos en sangre dentro de los niveles
estándar y un peso corporal normal, todo ello factores que minimizan el
riesgo de accidentes cardiovasculares.
© Protestante Digital 2012
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