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Hebreos 12:1-11 | Esteban tenía casi cinco años cuando su padre, el misionero y
piloto Natanael Saint, fue asesinado en 1956 junto con otros cuatro hombres por
los indios aucas en Ecuador. Sin embargo, como resultado del amor y el perdón
demostrados por los familiares de aquellos mártires, actualmente hay una
creciente comunidad de creyentes en esa tribu.
Ya adulto,
Esteban volvió a Ecuador y se hizo amigo de Mincaye, uno de los hombres que
mataron a su padre. El lema de Esteban es: «Deja que Dios escriba tu historia».
Y afirma: «Hay muchas personas […] que quieren escribir su propia historia y
hacer que Dios la edite cuando algo anda mal. Hace mucho, decidí permitir que
el Señor escribiera la mía». Cuando Esteban tuvo un grave accidente en 2012, le
aseguró a su familia: «Dejen que Dios escriba este capítulo también». Su fe
continúa acompañándolo durante la recuperación.
Para todos
los seguidores de Jesucristo, la historia sigue desarrollándose. Nadie sabe qué
dirá el próximo capítulo de nuestra vida. Pero en la medida en que miremos a
Cristo y «corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante», podemos
confiar en Él, el autor y consumador de nuestra fe (Hebreos 12:1-2). Jesucristo
escribió el primer capítulo de nuestra historia, y también escribirá el
siguiente y el último.
Que tu vida
narre la historia del amor y la misericordia de Dios al mundo que te rodea.
(Nuestro
Pan Diario)
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