El investigador retiró parte de la sangre que
cubría el rostro de una persona, en apariencia muy joven, muerta con varios impactos de revólver.
--Debió sufrir mucho…—dijo al auscultar
varias partes del cuerpo. Otros hombres jóvenes estaban a su lado, asesinados en similares circunstancias--. Dios mío, ¿cuándo pararán este río de sangre?--, lamentó.
A
lo lejos se escuchaba el rumor de la brisa,
apacible, como un canto a la vida. Las sombras del sol sobre
montañas, matorrales y rocas, comenzaban a proyectarse mientras moría la
tarde nostálgica.
--Buscaban
poder, fortuna y que sus
cargamentos de droga no fueran descubiertos. Eso es común ahora
entre los narcotraficantes de México que encuentran en rituales
satánicos una posible alternativa para no caer en poder de las
autoridades, invocando poderes sobrenaturales—declaró el
oficial Dayro Ituanar García al referirse al hallazgo de doce personas
muertas en un lugar oculto de Cancún, con signos de tortura y
algunas, con evidencias de que se les sustrajo el corazón y después
se volvió a colocar en la cavidad.
Las víctimas forman parte de la cadena de
muertes que contabilizan hasta el momento más de setenta víctima en lo corrido del 2010.
--Murieron
por asfixia y se encontraban
atados de pies y manos, con signos de tortura (...) destrozándoles
el pecho y el corazón donde fueron marcados con una letra Z--, declaró a la prensa internacional el Fiscal General del
estado Quintana Roo, Francisco Alor.
En
sus declaraciones, que publicaron la BBC y la
Agencia Reuter de noticias en su portal de Internet, informó que los
carteles de la droga que operan en el sureste mexicano han provocado la
muerte de al menos 23.000 personas en los últimos tres
años y hay decenas de desaparecidos. Muchos de los crímenes están
ligados a prácticas ocultistas. Las personas mueren bajo horrible
sufrimiento en ceremonias a Satanás, que se han popularizado
entre los narcotraficantes.
Los sacrificios humanos, ¿algo novedoso?
La
historia refiere cómo desde antiguas culturas
se apreciaba la práctica de sacrificios humanos. Con la muerte se
buscaba apaciguar la ira de los dioses o procurar su ayuda sobrenatural
en ritos de fertilidad y la agricultura. ¿A quién
representaban tales dioses sin que los practicantes lo supieran
claramente? A Satanás y sus huestes.
Los
sacrificios humanos—tal como está
documentado por diferentes fuentes-- fueron practicados en las
religiones celtas de la edad de bronce y en los rituales relacionados
con la adoración de los dioses en Escandinavia. Para los
habitantes de la antigua Cartago, enemiga sempiterna de Roma, el
asesinato ritualista de infantes recién nacidos, era también una manera
de aplacar a sus deidades.
En
América era común entre los Mayas e Incas,
entre otras culturas indígenas. Recientemente se descubrió una
ciudadela indígena cerca de la norteña ciudad de Chiclayo, en el Perú.
Las ruinas fueron halladas mientras se
realizaban trabajos de mantenimiento en el sitio arqueológico de Cerro Pátapo, unos 800 kilómetros al norte de Lima. "Este hallazgo proporciona el eslabón perdido, ya que explica la forma en
que el pueblo Wari permitió la continuación de la cultura Moche", dijo César Soriano, jefe del proyecto de restauración, a la agencia de noticias Reuters.
Lo
más sorprendente es que el hallazgo
arqueológico es el descubrimiento de celdas y evidencia de
sacrificios humanos. Los restos de las víctimas eran arrojados al océano
Pacífico desde acantilados. También encontraron objetos de
cerámica, trozos de prendas de vestir y restos bien conservados de
una mujer joven.
Como se recordará los Wari alcanzaron su máximo
desarrollo entre los siglos VI y XI de nuestra era y dominaron los Andes peruanos antes del advenimiento del imperio Inca.
Como se podrá apreciar, la práctica de
sacrificios de personas no es nada nuevo. En
el México
prehispánico las muertes rituales se llevaban a cabo principalmente
en las fiestas que tenían lugar en cada mes del calendario (18 meses de
20 días cada uno) y que estaban dedicadas a una
determinada divinidad.
El propósito de estas ceremonias era
ejercer influencia en los ciclos de la naturaleza.
Después
de celebraciones en las que se
cantaba y bailaba, se participaba en procesiones, o bien, se
realizaban distintos actos de penitencia, como ayunos y punciones; las
festividades mensuales alcanzaban su punto culminante en una
ceremonia en la que, por lo general, se sacrificaban vidas de
personas.
Existían
también otras formas de
sacrificio. En la fiesta Quiauitl eua, algunos niños eran ahogados
en honor a la deidad de la lluvia, Tlaloc, y en la fiesta dedicada a la
deidad de la tierra se decapitaba a una joven. Hombres
vivos, que se encontraban bajo el efecto del yauhtli (tagetes
lucida) eran arrojados al fuego en la fiesta dedicada a Xocotl Uetzi.
Por
su parte en la fiesta
Tlacaxipeualiztli se realizaba el llamado sacrificio gladiatorio: el
prisionero de guerra, atado con una cuerda a una enorme piedra redonda,
perforada en su centro, debía luchar contra los
guerreros aztecas. En caso de que el prisionero ofreciera
resistencia por un largo rato, podía salvar su vida como premio al
valor. Pero en la mayoría de los casos, después de una corta pelea, se
desplomaba mal herido y moría cuando el sacerdote le abría el pecho
con un cuchillo de obsidiana.
Sacrificios rituales hoy, ¿con qué propósito?
México
se ha convertido en los últimos años en
la meca de los sacrificios humanos a través de los cuales,
narcotraficantes y quienes están envueltos en la delincuencia,
consideran que alcanzarán poder e invulnerabilidad ante la persecución
de
las autoridades. Este afianzamiento de prácticas ocultistas avanza
de la mano del reverdecer del satanismo en los Estados Unidos y varios
países europeos.
En
las grandes ciudades como el Distrito
Federal, Guadalajara y Monterrey, así como en los estados mexicanos
de Nuevo León, Tamaulipas y Chihuahua, se documenta la realización de
ceremonias para "adquirir poder", rituales que
están relacionados con la desaparición de personas. Además de ser
sometidas a tortura y muerte, las víctimas son desmembradas y se les
extrae el corazón.
Los cadáveres son enterrados en propiedades de
traficantes de drogas o se les abandona en áreas periféricas y los crímenes se atribuyen simplemente a "ajustes de cuentas entre bandas delincuenciales".
A partir de ese momento los
expedientes reposan en anaqueles por tiempo indefinido, hasta llegar
al vencimiento de términos y se procede a archivarlos, sin darles mayor
trascendencia.
Del reclutamiento a prácticas ocultistas
El
proceso para los futuros participantes en la
intrincada organización de satanistas comienza despertando la
curiosidad. Una vez captan su interés, se procede a una iniciación
informal a través de literatura, películas o música.
Posteriormente vienen los estudios del material, concentraciones que
generalmente se realizan en lugares discretos. Los practicantes
procuran no violar la legislación del país donde operan ni
trasgredir normas civiles, lo que permite no llamar la atención
sobre sus actividades.
La
discreción obedece a que el satanismo en
América y muchos lugares de Europa no tiene el amparo legal que en
los Estados Unidos en donde, al amparo de las leyes, opera la primera
Iglesia de Satanás, con sede en San Francisco y que
fundara en 1960, Anton Szandor La Vey.
Una
estrategia que les rinde resultados es la
realización de reuniones en grupos pequeños para socializar sus
creencias. Pese a su discreción, deben incluir en sus prácticas las
invocaciones, beber sangre de animales, utilizar símbolos,
hacer juramentos y el infaltable pentagrama invertido –generalmente
en el piso--. En algunos casos si es una tradición de satanismo al
interior de una familia, llegan a conservar altares en
cuartos que permanecen cerrados.
Algunas
prácticas extremas incluyen abusos
sexuales o la ingesta de excreciones corporales, como orina y heces
fecales. Las llamadas misas negras son llevadas a cabo en temporadas
especiales. Cuando se llega al sacrificio humano, incluye
tortura bajo el convencimiento de que entre mayor sufrimiento
experimente, se libera energía y los participantes ven transformado ese
dolor en mayores poderes sobrenaturales.
En
el caso específico de México, la actividad
floreció y fue denunciada a partir de la década de los noventa y en
1997 autoridades eclesiásticas de ese país, llamaron la atención sobre
la utilización de hostias, crucifijos, abusos sexuales y
sacrificio de personas, situación que se identificó especialmente en
la zona fronteriza con los Estados Unidos.
Narcotráfico y satanismo
El mundo recuerda todavía la macabra
historia de Jesús
Constanzo y Sara
Marìa Villarreal, que desafía la credibilidad y por momentos llegó a
la frontera de lo inverosímil. Como recordará, la vida de Constanzo
estuvo ligada a una pandilla de narcotraficantes que
lideró y de quienes se comprobó, hacían todo tipo de ritos de
Santería y satánicos para intimidar y deshacerse de su competencia.
Desde el rancho de Santa Elena, (ciudad fronteriza de Matamoros, México), Adolfo de Jesús Constanzo y su banda transportaban semanalmente una tonelada de marihuana al país vecino, el lugar no era sólo un centro de distribución de drogas. En 1989 fueron acusados de asesinar a más de una docena de personas durante unos rituales de un culto afro-americano. Habían convertido el rancho en una verdadera casa del terror.
El descubrimiento se produjo tras el hallazgo de restos de marihuana y una pistola durante una requisa rutinaria de la policía. La camioneta pertenecía a un miembro de una banda que, durante el interrogatorio, confesó su pertenencia a una secta de magia negra que utiliza el rancho para realizar sus sacrificios rituales con seres humanos, además del narcotráfico.
Durante el operativo, además de droga, se encontró un caldero de hierro de hedor pestilente de sangre seca, un cerebro humano, colillas de cigarros, licor, armas cortopunzantes, ajos y una tortuga asada. Alrededor de la casa, una fosa común con 12 cadáveres descuartizados, a los que se les había extirpado el corazón y el cerebro.
Desde el rancho de Santa Elena, (ciudad fronteriza de Matamoros, México), Adolfo de Jesús Constanzo y su banda transportaban semanalmente una tonelada de marihuana al país vecino, el lugar no era sólo un centro de distribución de drogas. En 1989 fueron acusados de asesinar a más de una docena de personas durante unos rituales de un culto afro-americano. Habían convertido el rancho en una verdadera casa del terror.
El descubrimiento se produjo tras el hallazgo de restos de marihuana y una pistola durante una requisa rutinaria de la policía. La camioneta pertenecía a un miembro de una banda que, durante el interrogatorio, confesó su pertenencia a una secta de magia negra que utiliza el rancho para realizar sus sacrificios rituales con seres humanos, además del narcotráfico.
Durante el operativo, además de droga, se encontró un caldero de hierro de hedor pestilente de sangre seca, un cerebro humano, colillas de cigarros, licor, armas cortopunzantes, ajos y una tortuga asada. Alrededor de la casa, una fosa común con 12 cadáveres descuartizados, a los que se les había extirpado el corazón y el cerebro.
Constanzo
estuvo involucrado a la
comercialización de drogas, pero también de productos que
consideraba con poderes mágicos especiales. Ayudado por Sara Villareal,
llegó a prácticas de sacrificios humanos en procura de poder
sobrenatural. La joven mujer oficiaba de sacerdotisa satánica y
ayudaba en el procesamiento de reclutamiento de miembros de la secta
satánica.
Tras la detención, los participantes confesaron
la existencia de varios centros satanistas clandestinos en varias ciudades de México.
Pero
los sacrificios humanos en la modernidad,
no son propios de América únicamente. En otras latitudes como
Yaroslavl, a 300 kilómetros de Moscú (Rusia), se documentó la existencia
de una secta satánica cuyas acciones dejaron el trágico
saldo de tres jóvenes de 17 años y un chico de 16, sacrificados en
un extraño rito.
La autoría se atribuyó a banda llamada los
"Devil", liderados por Nikolai Ogolobyak, a cuyo teléfono
móvil habían llamado varios de los jóvenes asesinados, antes de la
masacre. Los participantes del culto fueron reclutados a
través de música rock que amalgama en sus letras conceptos
diabólicos y macabros.
¿Por qué sacrificios con derramamiento de sangre?
El
fenómeno del ocultismo es mundial y cada vez
más se afianza más, ganando adeptos a través de medios masivos de
comunicación como la Internet. La música, la televisión y literatura
difundida clandestinamente, representan otros puntales que
contribuyen a la difusión masiva de prácticas aberrantes que—como he
dicho—implican sacrificios humanos y de animales, especialmente perros,
gatos y carneros.
Sin
duda se preguntará, ¿Por qué los rituales
deben incluir derramamiento de sangre? La explicación es sencilla:
los satanistas procuran la destrucción del género humano y la creación
de Dios, y tienen claro que en la sangre está la
vida.
Nuestro amoroso Padre celestial advirtió a los
primeros pobladores de la tierra sobre la necesidad de no comer nada que la contuviera: "Pero
no deberán comer carne con su vida, es decir, con su sangre.
Por cierto, de la sangre de ustedes yo habré de pedirles cuentas. A
todos los animales y a todos los seres humanos les pediré cuentas de la
vida de sus semejantes. »Si alguien derrama la sangre
de un ser humano, otro ser humano derramará la suya, porque el ser
humano ha sido creado a imagen de Dios mismo."(Génesis 9:4-6, Nueva
Versión
Internacional)
¿Observa
la trascendencia del asunto? Quienes
adoran el mundo de las tinieblas saben que quitar la vida, así como
beber la sangre y consumir la carne de sus víctimas, va en contravía de
lo dispuesto por Dios—a quien consideran su enemigo--,
al tiempo que Satanás les ha vendido la idea de que les traerá
poder.
Nuestro amado Salvador dijoque gracias a su
sacrificio en la cruz, tendríamos acceso al Padre—al ser perdonados nuestros pecados—y vida eterna: "Jesús
les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no
coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis
vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida
eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi
carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. ."(Juan
6:53-55)
Trasgrediendo
esta enseñanza, los adoradores del
diablo acuden a ceremonias en las que utilizan símbolos de la
iglesia católica como hostias consagradas en misas al tiempo que beben
de un cáliz –generalmente robado de un templo--con el líquido
vital.
Un
incidente ocurrido en Alemania resulta
revelador del por qué actúan así quienes están inmersos en el
ocultismo. Manuela Ruda declaró ante las autoridades que el 6 de julio
del 2001 fue partícipe junto con su novio, del asesinato del
joven Frank Hackert mientras apreciaban un programa de la televisión
y bebían cerveza. "Estábamos sentados en el sofá y de pronto,
Daniel (su compañero sentimental) se puso de pie. Golpeo con
un martillo a Frank. Mi cuchillo brillaba y escuché una voz que
decía: "Apuñálale en el corazón". Entonces se lo clave... En ese momento
recitamos una letanía satánica…", relató a las
autoridades. Le propinó 66 heridas con arma cortopunzante.
Una
vez perpetrado el crimen, recogieron la
sangre y la bebieron. La sangre quedó esparcida por todo el lugar, y
el escenario del homicidio fue conservado en esas circunstancias por
espacio de tres días hasta el momento en que fueron
descubiertos por la policía.
En
la vivienda las autoridades descubrieron una
macabra decoración con imitaciones de cráneos humanos, cuchillos y
machetes colgados en las paredes y una colección de objetos de culto
satánico. En una lista encontraron los nombres de 15
posibles nuevas víctimas.
Manuela negó que se tratara de un asesinato
argumentando que "No fue un asesinato, sino una ejecución. Satán
nos lo ordenó. Debíamos obedecer, Teníamos que matar. Queríamos
asegurarnos de que la víctima sufriera .No podríamos ir al
infierno a menos que lo hiciéramos".
Durante
la investigación descubrieron que la
pareja se inició en el satanismo asistiendo a bares roqueros del
Reino Unido. A través de la Internet Manuela se inició también en el
vampirismo, una práctica mediante la cual beben sangre de
personas que se ofrecen voluntariamente la hacerse cortadas o
permitir que se les extraiga sangre. Igualmente frecuentaba cementerios.
La música, puerta abierta al satanismo
A
través de la música el satanismo encuentra una
puerta abierta para establecer fortalezas en la mente de sus
seguidores. Un ejemplo es el asesino en serie, Richard Ramírez, a quien
se identificaba como el "Night Stalker" ("El Merodeador
Nocturno"). Aterrorizó a Los Ángeles (California) al provocar la
muerte de 14 personas en la década de los ochenta.
El joven declaró que sus víctimas "Eran
ofrendas a mi Señor Satán." Decía obrar movido por el príncipe
de las tinieblas, a quien pudo conocer mientras escuchaba una y otra vez
la canción "Night Prowdler" del grupo roquero AC/DC.
De hecho oía ese tema mientras seleccionaba a sus víctimas. Richard
Ramirez ostenta el dudoso honor de figurar en la siniestra lista de los
asesinos en serie más famosos de los Estados Unidos,
junto a Ted Bundy, Arthur Shawcross, John Wayne Gacy, Ed Kemper, y
Ed Gein, entre otros.
¿Extraño?
En absoluto. Recuerde que Satanás
antes de encabezar la rebelión contra Dios, era un ángel que
permanecía en su presencia y tal como lo describe el profeta, quizá
estaba relacionado con los cantores en el ámbito espiritual:
"Tu majestad ha sido arrojada
al sepulcro, junto con el sonido de tus arpas.¡Duermes entre gusanos, y
te cubren las lombrices! ¡Cómo has caído del
cielo, lucero de la mañana! Tú, que sometías a las naciones, has
caído por tierra. ."(Isaías 14:11, 12. Nueva Versión Internacional)
Para
nadie son desconocidas declaraciones de
cantantes de varios países que han condesado pactos satánicos a
cambio de fama y fortuna. ¿Por qué no habría el Adversario de utilizar a
estos artistas para ser sus vehículos humanos y llegar así
a poseer vidas de aficionados a sus temas musicales?
Estamos en una guerra
El
auge del satanismo obliga que los cristianos
asumamos nuestro papel protagónico en la lucha que se libra en la
dimensión espiritual y en la que—querámoslo o no—estamos inmersos.
La
autora cristiana, Rebecca Brown—sobre cuya
vida y testimonio se han tejido muchas versiones procurando
desvirtuar su denuncia sobre la adoración de las tinieblas hoy
día—señala: "Para vencer a la muerte los creyentes deben pasar de
una actitud de sumisión a una actitud de resistencia. A menos que
nos despojemos de nuestra pasividad no podremos derrotar la muerte. Ella
se burlara de nosotros y finalmente se producirán
inoportuno fin. Muchos santos confunden hoy día la pasividad con la
fe. Razonan que lo han puesto todo en manos de Dios…Suena correcto, ¿es
eso fe? No. Es simplemente pasividad
perezosa."(Brown, Rebecca. "El vino a libertar a los cautivos". 1998. pg. 13)
No
podemos asumir una actitud pasiva sino
ofensiva frente a los ataques de Satanás y sus huestes en procura de
conservar el dominio en un mundo caído, como consecuencia del pecado
que sobreabunda en la sociedad. Las Escrituras nos
instruyen sobre la necesidad de no esperar ataques del Adversario
sino resistirlo, dando la pelea en el poder del Señor: "Así que sométanse a Dios. Resistan
al diablo, y él huirá de ustedes." (Santiago 4:7, Nueva Versión Internacional).
Tenemos
asegurada la victoria y no podemos
permanecer, bajo ninguna circunstancia, inermes mientras que el
mundo de las tinieblas procura nuestra destrucción. Dios espera de su
pueblo redimido, del que formamos parte usted y yo, que nos
paremos en la brecha a favor de Su pueblo (Cf. Ezequiel 22:30)
¿Por
qué debemos asumir una posición de guerra?
Porque mientras nos quedamos cómodamente sentados en los templos,
millares de personas terminan bajo la telaraña en la que les enreda
Satanás. Procurando seguir expandiendo su dominio, les
promete fama, poder y eternidad.
Su maquinación no es nada nuevo, porque el
propio apóstol Pablo expresó en el primer siglo su preocupación en su segunda carta a los creyentes de Corinto: "El
celo que siento por ustedes proviene de
Dios, pues los tengo prometidos a un solo esposo, que es Cristo,
para presentárselos como una virgen pura. Pero me temo que, así como la
serpiente con su astucia engañó a Eva, los pensamientos de
ustedes sean desviados de un compromiso puro y sincero con Cristo.
Si alguien llega a ustedes predicando a un Jesús diferente del que les
hemos predicado nosotros, o si reciben un espíritu o un
evangelio diferentes de los que ya recibieron, a ése lo aguantan con
facilidad..." (2 Corintios 11:2-4, Nueva Versión
Internacional).
Y
no podemos olvidar que –tergiversando la
verdad—nuestro enemigo es muy hábil. Recuerde cuando Adán y Eva se
encontraban en el jardín de Edén. Habían recibido instrucciones precisas
de Dios respecto de lo que era y lo que no les era
permitido.
Sin embargo "La
serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios el
Señor había hecho, así que le preguntó a la mujer:—¿Es verdad que Dios
les dijo que no comieran de ningún
árbol del jardín?—Podemos comer del fruto de todos los árboles
—respondió la mujer—. Pero, en cuanto al fruto del árbol que está en
medio del jardín, Dios nos ha dicho: "No coman de ese árbol, ni
lo toquen; de lo contrario, morirán." Pero la serpiente le dijo a la
mujer: —¡No es cierto, no van a morir! Dios sabe muy bien que, cuando
coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y llegarán a
ser como Dios, conocedores del bien y del mal. La mujer vio que el
fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía buen aspecto y era
deseable para adquirir sabiduría, así que tomó de su fruto
y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió. En ese
momento se les abrieron los ojos, y tomaron conciencia de su desnudez.
Por eso, para cubrirse entretejieron hojas de
higuera" (Génesis 3:1-7 .
Nueva Versión Internacional).
Como
podrá apreciar, desde siempre Satanás ha
sido un engañador estratégico. Sabe cómo hacer tragar el anzuelo a
sus víctimas. Por ese motivo no nos debe extrañar que incluso muchos
jóvenes, criados a los pies del Evangelio, enseñados bajo
sanos principios y valores, terminen siendo seducidos a través de la
música, la televisión, los videojuegos, las drogas y la fornicación,
por el mundo de las tinieblas.
En
nuestra condición de cristianos
comprometidos, estamos en la obligación de poner al descubierto las
estratagemas del diablo y su ejército—cada día más ingeniosas y
contaminantes—y resistirlas con el poder de Jesucristo. El
apóstol Pablo ya había advertido claramente sobre los engaños del
mal cuando escribió: "Y no es de
extrañar, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de
luz. Por eso no es de sorprenderse que sus servidores se disfracen
de servidores de la justicia. Su fin corresponderá con lo que merecen
sus acciones"
(2 Corintios 11:14, 15. Nueva Versión
Internacional).
Debemos
compartir con otras personas todo
aquello que aprendemos de las asechanzas y urdimbres del mundo de
las tinieblas, para alertarlos. Hacernos los desentendidos no hace otra
cosa que darle más espacio, permitiéndole que gane
terreno.
Ejerzamos la autoridad de Cristo
Sabemos
que Satanás y su ejército nos atacan, y
que no podemos permanecer pasivos. ¿Qué hacer entonces? Asumir la
autoridad que nos dio el amado Señor Jesucristo. Él dijo a sus
discípulos y a nosotros hoy: "Sí,
les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y
vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño."(Lucas
10:19, Nueva Versión
Internacional)
Recuerde
que esa autoridad es la que nos
permite, no solo confrontar el reino de maldad sino además,
desarticular el accionar de sus demonios, como anunció nuestro Salvador
al delegarnos la Gran Comisión: "Estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios" (Marcos 16:17, Nueva Versión
Internacional).
Téngalo presente: usted como cristiano tiene
poder y autoridad. Ejércela. Recuerde que estamos en guerra y no podemos diezmar en la batalla.
Sacrificios
humanos, rituales del ocultismo,
avance inusitado de leyes que favorecen el aborto, el homosexualismo
y las drogas en varios países así como el avance de la Nueva Era,
prenden las señales de alarma. Detrás de hechos
aparentemente intrascendentes que difunden la radio, la prensa, la
televisión y la Internet, se mueven las maquinaciones de Satanás para
arrastrar a su dominio a millares de
personas.
Finalmente tengo tres preguntas para usted:
¿Estamos haciendo los mayores esfuerzos posibles por desenmascarar al diablo y sus secuaces? ¿Resistimos
eficazmente a Satanás con la autoridad que nos dio el Señor
Jesús?¿Acaso estamos descuidando la tarea de predicarle a Jesucristo a
toda persona, evitando que
se pierdan por la eternidad?
Por Fernando Alexis Jiménez.
Fuentes: Estudios Bíblicos
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