Yo había ido y había visto la destrucción, pero…¡No estaba completamente
quebrantado hasta que fui movido por la esperanza de comenzar a reconstruir el
muro!
¿Has comenzado a “ver la ruina” en tu propia vida? Al igual que David,
¿Has pecado trayendo reproche a Su nombre? ¿Existe alguna brecha en tu pared,
algo que no ha sido reparado?
Amado, es bueno caer sobre la Roca (Jesús) y ser destrozado, ser roto en
pequeños pedazos. Cuando ves a Cristo en toda Su gloria, la visión de él te
hará pedazos. ¡Incluso las cosas buenas de ti: el talento, la eficiencia y
todas tus habilidades, se harán añicos cuando estés de pie delante de Él,
inútil y agotado!
Daniel dijo: “Y no quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se cambió en
desfallecimiento, y no tuve vigor alguno” (Daniel 10:8). El quebrantamiento
significa la total destrucción de toda la fuerza y capacidad humana. ¡Es
reconocer plenamente la realidad del pecado y de la afrenta que trae al nombre
de Cristo!
Sin embargo también significa reconocer esto: “ponte en pie; porque a ti
he sido enviado ahora” (Daniel 10:11). Es la profunda convicción de que las
cosas cambiarán, que vendrá sanidad y restauración. ¡Tus ruinas serán
restauradas por Dios!
Es una fe santa que dice: “¡Dios está obrando en mí! Satanás no puede
retenerme. Yo no voy a deteriorarme ni a caer. Mi pecado me ha herido, pero me
he arrepentido. ¡Ahora es tiempo de levantarme y reconstruir!”
Hasta que no te apoderes de esta esperanza, celo y determinación, no
superarás la etapa de las lágrimas. Tu vida todavía puede parecer un montón de
escombros, con montículos de suciedad y lugares deteriorados que necesitan
reparación. Pero recuerda que tú tienes Su espada en tus manos. ¡Y sobre ti hay
un gran letrero puesto por la propia mano del Señor que dice: “DIOS
TRABAJANDO!”.
Blog de David Wilkerson, fallecido
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.