viernes, 6 de marzo de 2015

¿Quieres Escuchar a Dios?



BY RICK WARREN — Escuchar a Dios, comienza con un deseo. ¡Tienes que desear escuchar a Dios!


Habacuc 2:1 dice, “Subiré a mi torre de vigilancia y montaré guardia. Allí esperaré hasta ver qué dice el Señor y cómo responderá a mi queja” (NTV).

Habacuc comienza con estas palabras: “Subiré” en otras palabras, Él está diciendo que él ha decidido escuchar a Dios. Es una elección.

Tú nunca vas a escuchar a Dios a menos que desees escucharlo. Es así de simple. Dios habla a aquellos quienes deciden previamente que van a hacer lo que Dios les diga que hagan incluso antes de que Dios les hable. Él no está jugando. Él quiere que desees tener comunicación con Él y por lo tanto, digas: “Dios, dime lo que quieres que haga, y lo haré”.

Una vez que decidas que quieres escuchar a Dios, tendrás que encontrar un lugar tranquilo. Habacuc 2:1 dice, “Subiré a mi torre de vigilancia” lo que es una expresión en hebreo que significa estar a solas.

No puedes escuchar la voz de Dios si estás rodeado de ruido. Por eso tienes que encontrar un lugar tranquilo. ¿Estás de acuerdo que es difícil encontrar un lugar tranquilo en el mundo de hoy? ¿Qué te parece en tu propia casa? Los que son padres de preescolares saben de qué estoy hablando.

Permíteme animar a los padres. Susana Wesley tuvo 18 hijos, y dos de sus hijos cambiaron la historia. John Wesley fue el fundador de la iglesia metodista, y Charles Wesley quien escribió cientos de himnos cristianos. Ambos  atribuían su amor por Dios a la dedicación apasionada de su madre hacia Dios. Ella oraba todos los días. ¿Cómo encuentras tiempo libre y orar cada día cuando tienes 18 hijos? Algunas veces en la tardes, ella se sentaba en su silla y ponía su delantal sobre su cabeza. Todos sus hijos sabían que si molestaban a su mama, cuando se quitara su delantal, ¡la pasarían mal!


Jesús nos da un consejo específico en Mateo 6:6 “Pero tú, cuando ores, apártate a solas, cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado. Entonces, tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará” (NTV).

Hay dos palabras que van a motivar tu decisión de tomar un tiempo apartarte con el Señor: Dios cuida. Dios cuida de lo que estás pasando. Si no te das cuenta que el cuida, ¿Por qué querrías usar algo de tiempo con Él? Una vez que te des cuenta de cuanto Dios cuida, cuanta gracia te ha dado, entonces harás la decisión de separar tiempo y estar con él.

Reflexiona sobre esto:

¿De qué formas le demuestras a Dios que quieres escucharlo?


¿Cuál es tu lugar apartado y tranquilo? ¿Cómo te ayuda a escuchar a Dios?

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