BY RICK
WARREN — Escuchar a Dios, comienza con un deseo. ¡Tienes que desear escuchar a
Dios!
Habacuc 2:1
dice, “Subiré a mi torre de vigilancia y montaré guardia. Allí esperaré hasta
ver qué dice el Señor y cómo responderá a mi queja” (NTV).
Habacuc
comienza con estas palabras: “Subiré” en otras palabras, Él está diciendo que
él ha decidido escuchar a Dios. Es una elección.
Tú nunca
vas a escuchar a Dios a menos que desees escucharlo. Es así de simple. Dios
habla a aquellos quienes deciden previamente que van a hacer lo que Dios les
diga que hagan incluso antes de que Dios les hable. Él no está jugando. Él
quiere que desees tener comunicación con Él y por lo tanto, digas: “Dios, dime
lo que quieres que haga, y lo haré”.
Una vez que
decidas que quieres escuchar a Dios, tendrás que encontrar un lugar tranquilo.
Habacuc 2:1 dice, “Subiré a mi torre de vigilancia” lo que es una expresión en
hebreo que significa estar a solas.
No puedes
escuchar la voz de Dios si estás rodeado de ruido. Por eso tienes que encontrar
un lugar tranquilo. ¿Estás de acuerdo que es difícil encontrar un lugar
tranquilo en el mundo de hoy? ¿Qué te parece en tu propia casa? Los que son
padres de preescolares saben de qué estoy hablando.
Permíteme
animar a los padres. Susana Wesley tuvo 18 hijos, y dos de sus hijos cambiaron
la historia. John Wesley fue el fundador de la iglesia metodista, y Charles
Wesley quien escribió cientos de himnos cristianos. Ambos atribuían su amor por Dios a la dedicación
apasionada de su madre hacia Dios. Ella oraba todos los días. ¿Cómo encuentras
tiempo libre y orar cada día cuando tienes 18 hijos? Algunas veces en la
tardes, ella se sentaba en su silla y ponía su delantal sobre su cabeza. Todos
sus hijos sabían que si molestaban a su mama, cuando se quitara su delantal, ¡la
pasarían mal!
Jesús nos
da un consejo específico en Mateo 6:6 “Pero tú, cuando ores, apártate a solas,
cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado. Entonces, tu Padre,
quien todo lo ve, te recompensará” (NTV).
Hay dos
palabras que van a motivar tu decisión de tomar un tiempo apartarte con el
Señor: Dios cuida. Dios cuida de lo que estás pasando. Si no te das cuenta que
el cuida, ¿Por qué querrías usar algo de tiempo con Él? Una vez que te des
cuenta de cuanto Dios cuida, cuanta gracia te ha dado, entonces harás la
decisión de separar tiempo y estar con él.
Reflexiona
sobre esto:
¿De qué
formas le demuestras a Dios que quieres escucharlo?
¿Cuál es tu
lugar apartado y tranquilo? ¿Cómo te ayuda a escuchar a Dios?
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