Leer | JUAN
15.9-17 | Jesús nos prometió su gozo, pero ese gozo se
le escapa a muchos cristianos.
Hay ciertas
cuestiones importantes que debemos entender en cuanto al gozo. Este regalo para
cada creyente en Cristo tiene una fuente espiritual, el Espíritu Santo, y se
produce internamente por medio de Él. Puesto que el gozo divino es
sobrenatural, existe independientemente de nuestras circunstancias. En cambio,
la felicidad se origina de causas externas, es terrenal por naturaleza, y
aumenta o disminuye con el cambio de las circunstancias.
El gozo
emanará del Espíritu Santo si…
Nos enfocamos en nuestra relación con Jesús. Gracias al Señor, nuestros pecados
han sido perdonados, nuestros nombres están escritos en el libro de la vida del
Cordero, y le pertenecemos eternamente a Él. Nada podrá separarnos de Dios, ni
ahora ni en la eternidad.
Vemos su obra transformadora en otros. Observa y se complace por lo que
Dios está haciendo: rescatando a las personas de la esclavitud del pecado, y
moldeándolas a la semejanza de su Hijo.
Servimos a aquellos a quienes Él nos envía. El cuidado obediente y amoroso de
los demás trae gozo espiritual.
Meditamos en la Palabra de Dios. Por medio de ella, recibimos el
derramamiento del Señor y de sus preciosas verdades sobre las cuales edificamos
nuestras vidas.
El Espíritu
Santo desea producir su gozo en usted. Aparte unos minutos para contemplar la
maravilla de su nuevo nacimiento, compartir el gozo espiritual de alguien,
servir como Dios le dirija, o recibir dirección de su Palabra. Revise después
su barómetro emocional. ¿No está diciendo todavía ¡aleluya!?
(En
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