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JOSUÉ 1.8, 9 | El mensaje de Josué, capítulo 1, es para
todos los hijos de Dios. Los principios eternos de la Palabra de Dios son tan
pertinentes para nosotros hoy como lo fueron para el antiguo pueblo hebreo. La
orden del Señor de esforzarnos y ser valientes sigue estando vigente, ya que su
promesa está con nosotros en todas las circunstancias. Además, sigue siendo
cierto que la fe y la valentía se desarrollan en los creyentes que meditan con
regularidad en la Palabra.
El temor,
la antítesis de la valentía, nace de la desobediencia al Señor, de la falta de
fe en Él, y de las dudas acerca de su voluntad o sus caminos. El peso y el
inhibidor poder del temor pueden paralizar a una persona como los grilletes a
un preso. Pero la Biblia contiene verdades, promesas y principios que rompen
esas cadenas.
¿Ha notado
usted alguna vez que enfocar la mente en la Palabra de Dios sosiega su
espíritu? En ese silencio, la fe hace que el temor se esfume. Las revelaciones
de Dios en cuanto a sí mismo en la Biblia son capaces de agudizar nuestra
percepción en cuanto a todo lo que estemos enfrentando. Podemos ver la
verdadera naturaleza de un asunto, que no es más grande que nuestro Dios. Como
resultado, nos quitamos el peso de nuestras cargas y, en vez de eso,
desarrollamos una confianza arraigada profundamente en la bondad y la soberanía
de Dios. Esa es la definición de valentía.
La
exhortación de Dios a Josué: “Esfuérzate y sé valiente” (Jos 1.9), es también
para los creyentes de hoy. Al igual que los israelitas, luchamos contra
enemigos poderosos. No ceda al temor, sino rompa su control con las poderosas
palabras de la Biblia, y viva con confianza.
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