BY RICK
WARREN — La vida no es una serie de accidentes extraños que ocurren al azar. La
vida no es algo que totalmente carece de planificación. Tampoco carece de
sentido. Dios sabe lo que está sucediendo. Él está tejiendo el tapiz de tu
vida, y tiene hilos con colores claros y oscuros – tiempos buenos y malos -
para enriquecer tu vida dándole textura y color. Nada viene a la vida de un
hijo de Dios sin el permiso de Dios. Todo es filtrado por el Padre.
No mal
entiendas. No estoy diciendo que todo lo que sucede en tu vida es la perfecta
voluntad de Dios. Eso no es verdad. Hay muchas cosas que no son parte de la
voluntad de Dios. Si sales por ahí a pecar, eso no es la voluntad de Dios. Si
alguien peca contra ti, esa no es la perfecta voluntad de Dios.
Pero Dios
tiene su voluntad permisiva. Si salgo a comer y como en exceso, yo pago las
consecuencias. Si voy y le hago daño mi cuerpo, pago las consecuencias. Dios no
hace daño y Dios no causa sufrimientos. Pero Él los permite porque tienen un
propósito. Dios los permite, y entonces los usa.
Dios es
experto en sacar algo bueno de una mala situación. Él pudo evitar que Pablo no
fuera a prisión en Filipos, pero en vez
de eso, permitiera que Pablo fuera a prisión, y el carcelero se convirtió a
Cristo como resultado de esto. Dios pudo evitar que Jesús fuera a la cruz, pero
Él lo permitió. Él dejó que su hijo sufriera y muriera. ¿Obtuvo algo bueno de
eso? ¡Por supuesto que sí!
A Dios le
gusta cambiar las crucifixiones en resurrecciones. Cosas que quisieras que
nunca te pasaran o que nunca fueran parte de tu vida, son a menudo las cosas
que Dios está usando para formarte y convertirte en el creyente que Él quiere
que seas. Él quiere usar ese problema para bien en tu vida. Hay algo más
importante que tu dolor. Es lo que estas aprendiendo de ese dolor. Dios está en
control.
Entonces,
¿Cuál es la clave? ¿Cuál es nuestra respuesta? Nuestra respuesta es ver la
realidad después de pasar ese dolor.
“Es por
esto que nunca nos damos por vencidos. Aunque nuestro cuerpo está muriéndose,
nuestro espíritu va renovándose cada día. Pues nuestras dificultades actuales
son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria
que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades!” (2
Corintios 4:16-17 NTV).
Reflexiona sobre esto:
- En tus propias palabras, ¿Qué le dirías a alguien que te pregunte, por qué Dios permite que le sucedan cosas malas a personas buenas?
- ¿Cómo crees que Dios quiere que ores en medio de tu dolor?
- ¿Qué significa que “nuestro espíritu está siendo renovado cada día” en 2 Corintios 4:16?
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