“Así el cedro creció más alto que todos los árboles. Gracias a las abundantes aguas, se extendió su frondoso ramaje.”
Ezequiel 31.5
Una vez un pastor me dijo, “Tu talento puede llevarte a donde tu carácter no te puede mantener.” Hay gente en el mundo que es muy talentosa, hábil y carismática. Sus características les llevan a nuevas alturas y grandes distancias. El problema, es que una vez que están allí, no tienen nada que les mantenga. La base o los cimientos de su carácter no llegaron tan lejos o tan alto como sus talentos. En ese momento, tarde o temprano, ellos solo tienen una dirección por tomar….hacia abajo!
Todos nosotros deseamos algún nivel de éxito en lo que hacemos y en quienes somos, aunque cada quien tenga su deficion de éxito. Es decir, ninguno de nosotros desea fracasar. En la búsqueda de la felicidad, avances o progreso, nos olvidamos de la parte mas importante, el carácter. Sin carácter nos olvidamos de ser veraz, honestos, compasivos, dignos de confianza, leales, puros, gentiles y lo mas importante, Dios. Si experimentamos “éxito” sin esas cosas, nos estamos poniendo frente a un desastre. Nos estamos poniendo frente a una caída.
Recuerda hoy que el éxito (en términos del mundo, vocacional o financiero) no puede ser la única meta y no es éxito por si mismo. El verdadero éxito es obtenido cuando tu carácter (basado en quien Dios dice que debes ser) es mas grande que tu talento. No cambies el vivir correctamente por el “éxito.”
Hoy, por atención a tu carácter. Alimenta tu carácter, en vez de alimentar tu ambición. El depender de tus talentos, habilidad, belleza, esfuerzo y dones, en vez de construir primero tu carácter es como hacer una caminata larga en un muelle corto. Sabemos como terminaría esa caminata.
Robert Vander Meer
La Arboleda
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