LEA: Juan
14:15-27 | Aunque es ciega y le cuesta entender la
ambientación y los movimientos de los personajes en el escenario, a Débora
Kendrick le encanta asistir a los musicales de Broadway. Sin embargo, hace
poco, asistió a una obra que usaba la nueva tecnología D-Scriptive, que
transmite los elementos visuales de la representación en escena a través de un
pequeño receptor de FM.
La narración grabada, coordinada con las luces y los
sonidos del tablero de control, describe la escena y la acción a medida que se
desarrolla. En un artículo del periódico The Columbus Dispatch, Débora declaró:
«Si me preguntan si vi un espectáculo la semana pasada en Nueva York, mi
respuesta es que sí… De manera genuina e inequívoca, siento que vi el
espectáculo».
Su
experiencia me impactó al considerarla una ilustración vívida del papel del
Espíritu Santo en nosotros para que entendamos la Palabra de Dios. Justo antes
de que Jesús fuera a la cruz, les dijo a sus seguidores que «el Consolador, el
Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las
cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho» (Juan 14:26).
Cuando
abrimos la Biblia para leerla o estudiarla, el Espíritu de verdad que mora en
nosotros nos guía a toda verdad (16:13). Sin su ayuda, estamos ciegos, pero con
su guía, podemos ver.
El Padre
dio el Espíritu para que nos enseñe la Palabra.
(Nuestro
Pan diario)
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