Una alumna
de un colegio faltó a clases por una semana y otra compañera empezó a decir que
la primera no asistía a clases porque estaba embarazada y se estaba haciendo un
aborto.
La maestra
escuchó los comentarios y llamó a la muchacha a su oficina y le dijo: “Por
favor, tráeme un vaso de agua bien lleno”. La estudiante se lo trajo y a
continuación la maestra le dijo: “Tira toda el agua al piso”.
La muchacha
titubeó, pero al final obedeció, después de derramada el agua en el suelo, la
maestra le dijo: “Ahora, recoge el agua del piso y ponla en el vaso”, “No se
puede”, dijo la alumna, la maestra le repitió: “Hazlo”, la alumna con paños y
servilletas recogió todo lo que pudo y así llegó a llenar medio vaso de agua la
cual estaba sucia.
La maestra
le dijo a la alumna: “Así es como ha quedado la fama y el honor de tu
compañera”. “Aun cuando quieras reparar el mal que haz hecho, no podrás hacerlo
totalmente”. “Sabes, tu compañera faltó a clases porque estaba en el entierro
de su padre que falleció hace unos días”.
Santiago
1:19 Esto sabéis, mis amados hermanos.
Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar,
Salmos
34:13 Guarda tu lengua del mal, y tus
labios de hablar engaño.
Proverbios
8:7 Porque mi boca hablará verdad, Y la
impiedad abominan mis labios
Salmos
35:28 Y mi lengua hablará de tu justicia
y de tu alabanza todo el día.
Salmos 49:3 Mi boca hablará sabiduría; Y el pensamiento
de mi corazón inteligencia.
Fuentes: Renuevo
de Plenitud
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