Leer | 1 CORINTIOS 15.20-23
| El Señor Jesús vive. Fue
resucitado de los muertos y mora en el cielo, intercediendo por nosotros.
Porque Él resucitó, podemos tener la confianza de que…
• El Señor está activamente involucrado en nuestras vidas.
Jesús hizo muchas promesas a sus seguidores de todas las generaciones. Prometió
que los que permanecen en Él y hacen su voluntad, darán mucho fruto para el
reino de Dios, gozarán de bendiciones espirituales, y tendrán la guía del
Espíritu Santo, quien mora en nosotros y que siempre está presente (Mt 5.1-12;
Jn 15. 5).
Jesús habló varias veces sobre el poder de la oración para los que
creen; por eso, tenemos la seguridad de que nuestras peticiones serán
escuchadas y respondidas. Si nuestras súplicas están de acuerdo con la voluntad
del Señor, recibiremos lo que hayamos pedido (1 Jn 5.14, 15).
Jesús prometió que prepararía un lugar para nosotros en el cielo, y que
volvería un día para llevarnos a nuestro hogar eterno. Luego viviremos con Él
para siempre. Podemos enfrentar cada día confiados, por conocer esta verdad.
Gracias a que el Señor ha hecho todo esto por nosotros, Él merece nuestra
lealtad inquebrantable. Su vida y sus palabras deben servir de marco para
nuestra visión del mundo. Debemos mantenernos firmes y honrar a nuestro
Salvador resucitado, siguiéndole de todo corazón (1 Co 15.58).
(En Contacto)
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