Al ver que
era imposible convencerlo, nos dimos por vencidos y dijimos: «Que se haga la
voluntad del Señor». Hechos 21.14
Pablo iba
camino a Jerusalén y hacia dificultades aseguradas. Si él escogía ir, era muy
probable que por lo menos fuese arrestado. Sus amigos le estaban rogando que no
fuera, pero él no escuchó. En su respuesta hacia ellos él mencionó que estaba
listo a ser arrestado y hasta matado, siempre y cuando estuviese haciendo lo
que fue llamado para hacer. Cuando sus amigos se dieron cuenta que no podrían
controlar a Pablo dijeron la frase mencionada, “Que se haga la voluntad de
Dios.”
Al observar
esta situación sabemos que Pablo tomó la decisión correcta, no obstante, la más
difícil. Sus amigos aceptaron el hecho de que no podían controlarle, ayudarle,
alejarlo del peligro, cambiar el curso de su vida, ni prolongar las cosas que
vendrían. Su último recurso era el de entregar el control a quien ya estaba en
control, Dios.
He tratado
de “ayudar” a otras personas. Les he dado consejos que no fueron tomados. Traté
de mostrarles la dirección correcta, la más segura o la mejor. A veces, sabía
que estaban haciendo lo correcto pero no quería verles heridos, como esta
situación de Pablo. Pero a veces, les veía a punto de hacer algo prejudicial.
Se estaban dirigiendo hacia un fracaso innecesario. Pero la realidad en todas
estas situaciones es que yo no podía hacer nada, solo confiar en Dios.
Estoy
seguro que tienes personas en tu vida que han hecho o están a punto de hacer
algo que les herirá. Tal vez estén preparados para eso o tal vez no tienen ni
la más mínima idea de lo que sucederá. De cualquier manera, no puedes
controlarlos. No puedes protegerlos de todo, o mas bien de nada. Puedes dar
consejos. Puedes advertirles con amor. Pero a la larga, realmente solo puedes
confiarles sus vidas en las manos de Dios.
Hoy, ama lo
mejor que puedas. Da consejo cuando se te pida. Protege a los demás en las
maneras que puedas. Pero está claro de que todos vivimos en una mezcla de
consecuencias de nuestras decisiones y la gracia de Dios. Solo podemos orar que
vayan con Dios.
Robert
& Rebecca Vander Meer
LaArboleda.net
Ezekieslgrove.com
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