Recientemente
asistí a compartir la palabra de DIOS a una cárcel y entendí claramente este
versículo. Todos hemos violado la ley de DIOS, unos en menor medida que otros,
no obstante todos somos culpables hasta que aceptamos a Cristo en nuestro
corazón. Y en este caso las personas que se encuentran en las cárceles están
recibiendo las consecuencias de haber violado las leyes del Señor en mayor
grado, no obstante también de ellos es la promesa de salir de su cautividad.
Les
compartí a los reclusos que sin importar qué crímenes hayan cometido, si
confesaren sus pecados y buscaran un arrepentimiento genuino, DIOS les
absolvería de sus pecados y les daría un nuevo comienzo. En ese momento sus
ojos se iluminaron y hubo esperanza en su corazón. Después de que aceptaron a
Jesús, la prisión de su alma fue abierta delante de ellos. Pudieron salir de su
cautividad sin importar el lugar donde se encontraban.
Si tú has
aceptado a Jesús en tu corazón, entonces te ha ungido para dar buenas nuevas a
los pobres y para sacar de cárceles a los que habitan en prisiones. Dentro de
ti está el poder de DIOS esperando darle un nuevo comienzo a personas que están
a tu alrededor. Dispón tu corazón para dar por gracia la libertad que un día
recibiste.
“El Espíritu del Señor Soberano está sobre mí,
porque el Señor me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres. Me ha
enviado para consolar a los de corazón quebrantado y a proclamar que los
cautivos serán liberados y que los prisioneros serán puestos en libertad.” Isaías 61:1 (Nueva Traducción Viviente).
Tienes autoridad y la llave
para sacar a cualquier
cautivo de su cárcel, —
hazlo.
Autor: Richy Esparza
Escrito para: www.devocionaldiario.com
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