Leer | Isaías
55.8, 9 | Cuando la adversidad golpea con mucha fuerza, podemos caer en un
abismo de desánimo y desesperación. Pero, aunque podamos considerar las
dificultades como derrotas, el Señor las ve como oportunidades para hacer
grandes avances.
Su
propósito al permitirlas no es destruirnos, sino estimular nuestro crecimiento
espiritual. En su gran sabiduría, Dios sabe cómo tomar una situación horrible y
utilizarla para transformarnos a imagen de Cristo, para hacer su voluntad.
Toda
adversidad que viene a su vida pasa primero por el permiso de la voluntad de
Dios. Eso no significa que la dificultad sea su voluntad perfecta, pero sí que
ha permitido la prueba para poder llevar a cabo sus maravillosos propósitos
para nuestra vida. Aunque parte del sufrimiento que vemos y experimentamos
parece incomprensible, tenemos que reconocer que nuestra perspectiva es muy
limitada, y que no podemos entender siempre lo que el Señor está haciendo.
Nuestro
Padre celestial ve cada aspecto de la vida, pero nuestra visión está restringida
a lo que está delante de nosotros. Los planes de Dios lo incluyen a usted y
también a toda su creación, y estos planes van desde el comienzo del tiempo
hasta la eternidad. Aunque nunca entenderemos la mente infinita de Dios, sí
podemos conocer su fidelidad y su amor.
Cuando
usted no sea capaz de entender lo que Dios hace, concéntrese en su conocimiento
perfecto, en su sabiduría y en su poder. Recuerde que Él ve todo el panorama, y
que le ama más de lo que usted pueda imaginar. Esta es una oportunidad para
andar por fe, pues el conocimiento perfecto solamente lo tiene Dios.
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