Un hombre
se acercó cierta vez a una construcción y observó a tres individuos que sacaban
paladas de tierra de una larga zanja. Le preguntó al primer hombre qué estaba
haciendo. Este se enderezó y respondió lo que para él era evidente: Estoy
cavando una zanja.
Se acercó
al segundo obrero y le preguntó lo mismo. La respuesta fue apenas un poco más
amable: Trabajo para vivir, solo eso… Para alimentar a mi esposa e hijos.
Cuando le
preguntó al tercer hombre qué hacía, este respondió con énfasis y una actitud
positiva: Vea señor, estoy construyendo parte de una serie de canales de
irrigación que convertirán este árido valle en una rica zona cultivable que
producirá alimentos para combatir el hambre en el mundo.
Mire más
allá de las tareas aparentemente insignificantes y de los errores mínimos de
hoy y concéntrese en la totalidad del cuadro, en lo que finalmente sirve a los
demás. Hallará mayor satisfacción en el yugo diario si se considera un creador
de joyas para la corona del Señor en vez de un simple pulidor de rocas.
Uno debe
tener objetivos a largo plazo para evitar la frustración de los errores a corto
plazo.
Habacuc 2:3
Aunque la visión
tarda en cumplirse, se cumplirá a su tiempo, no fallará.
Aunque
tarde, espérala, porque sin duda vendrá, no tardará.
REFLEXIONES
CRISTIANAS
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