La hija de
un hombre le pidió al Ministro que fuera a su casa a hacer una oración para su
padre que estaba muy enfermo. Cuando el Ministro llegó a la habitación del
enfermo, encontró a este hombre en su cama con la cabeza alzada por un par de
almohadas.
Cuando he
estado en la iglesia he escuchado siempre al respecto de la oración, que se
debe orar y los beneficios que trae, etc., pero siempre esto de las oraciones
me entró por un oído y salió por el otro pues no tengo idea de cómo hacerlo.
Entonces hace mucho tiempo abandoné por completo la oración.
Esto ha
sido así en mi hasta hace unos cuatro años, cuando conversando con mi mejor
amigo me dijo: “José, esto de la oración es simplemente tener una conversación
con Jesús. Así es como te sugiero que lo hagas… te sientas en una silla y
colocas otra silla vacía en frente tuyo, luego con fe miras a Jesús sentado
delante tuyo. No es algo alocado el hacerlo pues el nos dijo
-“Yo estaré
siempre con ustedes”. Por lo tanto, le hablas y lo escuchas, de la misma manera
como lo estas haciendo conmigo ahora mismo”
“Es así que
lo hice una vez y me gustó tanto que lo he seguido haciendo unas dos horas
diarias desde entonces”. “Siempre tengo mucho cuidado que no me vaya a ver mi
hija pues me internaria de inmediato en la casa de los locos”.
El
sacerdote sintió una gran emoción al escuchar esto y le dijo a José que era muy
bueno lo que había estado haciendo y que no cesara de hacerlo, luego hizo una
oración con el, le extendió una bendición y se fue a su Iglesia.
Dos días
después, la hija de José llamó al sacerdote para decirle que su padre había
fallecido. El sacerdote le preguntó: Falleció en paz?”.
“Sí, cuando
salí de la casa a eso de las dos de la tarde me llamo y fui a verlo a su cama,
me dijo lo mucho que me quería y me dio un beso. Cuando regresé de hacer
compras una hora más tarde ya lo encontré muerto. Pero hay algo extraño al
respecto de su muerte, pues aparentemente justo antes de morir se acercó a la
silla que estaba al lado de su cama y recostó su cabeza en ella, pues así lo
encontré. ¿Qué cree usted que pueda significar esto?”
El
sacerdote se secó las lágrimas de emoción y le respondió:
“Ójala que
todos nos pudiesemos ir de esa manera”.
Zacarías
2:10 “porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti.”
Ciertamente
el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa
del Señor moraré por largos días. Sal 23:6
RENUEVO DE PLENITUD
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