Tuve que
tomar una decisión, fue muy difícil, pero nada se compara a lo que Dios ahora
ha traído a mi vida. Ahora puedo tomar decisiones a largo plazo, puedo ver a mi
futura pareja con ojos que agradan a Dios y sobre todo con una decisión de
guardar su corazón y cuerpo, como ofrenda de justicia para la gloria de Dios.
Mi decisión
de dejar una relación pasada en fornicación, ha traído frutos de bendición para
mi vida. Vivo en paz, en gozo, con esperanza de recuperar el regalo más
apreciado que Dios nos puede dar y es el compartir un matrimonio puro. Ha sido
un proceso largo y Dios continúa trabajando en mi persona, pero he aprendido lo
que el amor significa: decisión de dar.
Ahora sí
puedo decirte que conozco el amor verdadero y genuino. Aquel que busca la
santidad y pureza desde el inicio. Las tentaciones están, pero mi espíritu
ahora primero busca a Dios e inmediatamente mata los deseos de la carne. Ahora
busco casarme como una promesa de Dios, y con la motivación de darle solamente
a Él toda la gloria! Puedo amar a una mujer diferente, puedo respetarla y
guardar su corazón para el matrimonio.
Una
decisión puede cambiar tu vida para bien o para mal. Tú decides.
Como mentor
de este ministerio (y como hombre que pasó por esta situación), yo aconsejo a
los hombres la separación de un noviazgo que ya se ha involucrado en relaciones
sexuales. Seamos realistas, sé que cuando hay emociones involucradas, amigos y
lugares en común, e incluso un futuro con planes de boda, esta separación es
más dura y puede ser temporal, pero de una o de otra manera, muy necesaria.
No existen
pasos específicos para terminar una relación, ya que las situaciones y
personalidades son muy diferentes, pero algo claro podemos saber, que debemos
tomar una decisión. Una de las mejores preguntas que nos podemos hacer es la
siguiente:
¿Cuál es mi
verdadera motivación para estar con ella o con él?
Si tu
motivación principal no es para darle la gloria a Dios con sus corazones y
cuerpos, así como de un compromiso de casarse, eventualmente dicha relación no
funcionará.
Si estas
con ella por placer, tu relación después de cometer fornicación se convierte
pasional. Debes amputar dicha relación.
Si tu
intención es casarte con ella y ambos estás comprometidos, entonces la
separación debe ser por un tiempo prudencial hasta que ambos corazones estén
restaurados y dirigidos hacia Dios, con el fin de entrar a un matrimonio en
pureza y santidad. Claro está, esto conlleva todo un proceso de restauración,
que incluye confesión del pecado, aplicación de principios bíblicos, entrega de
cuentas y buscar la Voluntad de Dios.
En la
mayoría de ocasiones, una relación de noviazgo en fornicación oculta sus actos,
mantiene el acto en SECRETO y poco a poco se va convirtiendo en un hongo que
pudre nuestra alma, sentimientos y hasta nuestro cuerpo.
Te explico
ahora mis razones para separarse en un noviazgo que vive en fornicación.
Primero,
porque debes romper el ciclo y rutina del pecado.
Con
certeza, puedo afirmar que si tienes relaciones sexuales frecuentemente con tu
novia, es porque ya conocen los momentos en los que pueden hacerlo, la rutina
para quedarse a solas, como disculparse y prometerse que no lo van a volver a
hacer, como callar la culpa, etc. En algún punto deben romper con este ciclo de
pecado, y la única forma de hacerlo es de manera radical, de tajo, con una
separación absoluta, geográfica, y emocional.
Segundo,
porque la disponibilidad del cuerpo de tu novio o novia es ocasión constante
para caer.
Es muy
difícil limpiar tu mente si pensar en el cuerpo de él o ella te tienta, y mucho
más si sigue estando a tan poca distancia para que des rienda suelta a tus
deseos, y si ya tienes una costumbre “automática” de ver en forma lujuriosa o
si hace mucho tiempo no respetas la forma en la que conduces tus manos. Una
separación te permitirá identificar tus errores en este sentido, y decidir
acerca de formas más puras en las que debes manejar tus ojos y manos en tu
noviazgo.
Tercero,
porque debes reflexionar en la naturaleza de tu noviazgo, para terminarlo o
reencauzarlo.
La
separación te ayudará a meditar tu relación y ver realmente si está basada en
solo pasión y sexo, o realmente existe un compromiso de pureza y amor genuino,
y un deseo interesado en hacer a la otra persona feliz.
En una
relación sexual fuera del matrimonio, buscamos con sentimientos egoístas
satisfacer los deseos propios de nuestra carne. Nunca pensamos en la otra
persona, en lo que le va a afectar o las consecuencias futuras. Cuando estamos
en fornicación, le robamos a la otra persona lo que era para alguien más. Le
quitamos el regalo que Dios tenía guardado para el verdadero esposo o la
esposa, y lo obtenemos por un momento de placer.
Una
separación puede darte la oportunidad de decidir maduramente si es una relación
que no puedes continuar más, pues tal vez no amas a la otra persona, sino solo
deseas satisfacer tu carne, o si bien, debes reencauzar en pureza esa relación,
establecer nuevas y mejores metas, vivirlo en santidad, y matar tu egoísmo.
Cuarto,
porque debes romper con las ataduras emocionales y espirituales que trajo el
pecado.
Nuestra
Biblia dice que la intimidad sexual está hecha para crear lazos increíblemente
fuertes entre un hombre y una mujer, de tal manera que se convierten en una
sola carne, literalmente. Si ya has caído en fornicación, estás viviendo con
esos lazos indivisibles que estaban reservados para después de tu boda –y por
eso es tan difícil ahora abandonar el sexo con tu novio o novia.
y dijo:
“Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y
los dos llegarán a ser un solo cuerpo” ? Así que ya no son dos, sino uno solo.
Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. Mateo 19:5-6 NVI
Debes
tomarte el momento para confesar este pecado ante Dios, y romper con tus
palabras, estos lazos emocionales y espirituales que has creado, con tu novia o
novio, y con todas las parejas sexuales con quienes hayas estado, en el nombre
de Jesús. Puedes pedir ayuda para que un consejero o un líder de tu Iglesia te
guíen en este proceso de libertad.
Estén
alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero
el cuerpo es débil.» Mateo 26:41 NVI
A
continuación, algunos pasos que puedo recomendarte según la experiencia que me
tocó pasar para terminar la relación:
Medita cuál
es lo que más valoras en tu vida: Tú pureza o el pecado sexual.
Deberás
confesar tu pecado a alguien más, puede haber consecuencias pero es algo que
deberías haber pensado antes.
Con
consejería, apoyo de Amigos de Responsabilidad, deberás hablarle a tu pareja de
manera madura y terminar la relación.
Ambos pidan
ayuda para sanar las heridas ocasionadas por la relación sexual.
Busquen
cada uno un compañero o grupo de rendición de cuentas, para mantenerse en
transparencia en su trato.
Ora para
pedirle a Dios que te muestre Su voluntad con respecto al futuro de la
relación.
Aprende a
vivir en soltería al menos durante 6 meses buscando la libertad de tu
esclavitud sexual y restauración de corazón y alma. La libertad propia les
permitirá luego construir la libertad de ambos como pareja.
Si estás
ahora viviendo en un noviazgo en el cual ya no respetas las fronteras de
pureza, usa este enlace para enviar tus datos de manera confidencial a uno de
nuestros mentores, quien podrá ayudarte.
Fuentes:
Devocionales Cristianos
muchas gracias por tu ayuda.. me sirvio mucho, ya que vivi lo mismo que tu tenia mas de 5 años en relacion con mi novio, y he decido que no quiero seguir cayendo en eso xq siempre pedia perdon y volvia a pasar, tome una decision muy dolorosa y aunque me duele mucho y estoy sufriendo necesito renovar y cambiar mi vida..
ResponderBorrarHola, Dios les bendiga, me gustaria que algun mentor me ayudara de forma confidencial, como puedo contactarme con alguno de ustedes, mi email adress es mgarrido1@live.com.mx
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