Lectura: 1
Pedro 1:10-16.
"Porque
yo soy Jehová vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaréis, y seréis
santos, porque yo soy santo…" Levítico 11:44
"Sed
santos porque yo soy santo". ¿Hay algún mandamiento más difícil de
obedecer? Probablemente, no; pero está ahí, en la Palabra de Dios (Levítico
11:44; 1 Pedro 1:16).
Entonces,
¿cómo podemos ser tan santos como Dios? Después de todo, la razón por la que
debemos inicialmente confiar en Jesús como Salvador es porque no somos santos.
Romanos 3:23 nos dice que "todos pecaron". Incluso después de poner
nuestra fe en Cristo para ser salvos, ¿cómo podemos pensar en ser tan santos como
Dios?
El desafío
de tratar de igualar al Señor en la categoría de la santidad puede parecer
demasiado complicado para enfrentarlo. No obstante, si nos sometemos al
Espíritu Santo que vive en nosotros y Él nos convence, creceremos.
Es útil dar
un paso a la vez. Por ejemplo: ¿qué haces, dices o piensas que no refleja la
santidad de Dios? Tal vez trates a los demás con rudeza. O quizá tengas un
pecado secreto. Ocúpate ya de esa área. Habla con Dios al respecto. Pídele
perdón. Luego, con Su poder, procura conquistar esa faceta de tu vida.
También
piensa en esto: ¿qué puedes hacer para mejorar tu relación con Dios? Mientras
más tiempo pases con Él, más te le parecerás.
Poco a
poco, paso a paso, trabaja para deshacerte de cualquier conducta que no sea
santa y esfuérzate cada día para acercarte más a Dios. Como creyente en
Jesucristo, no hay ningún desafío mayor.
Reflexión:
Si quieres ser como Cristo, mantén el paso con él.
Fuentes:
Devocional Diario
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.