martes, 14 de agosto de 2012

No sea esclavo de las circunstancias



Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. – 1 Juan 4:4
“Considerando las circunstancias…” ¿Alguna vez ha dicho esas palabras?
“Considerando las circunstancias, supongo que estoy bien”.

 Si ha dicho algo así, le pido que quite de su vocabulario esas palabras. Porque como hijo victorioso de Dios, usted no tiene porque vivir “considerando las circunstancias…” No hay razón para que usted deje que las dificultades y las circunstancias dicten su vida.

Hace dos mil años Jesucristo, el que vive en usted, saqueó el reino de Satanás. Mediante su muerte en el Calvario, Él entró legalmente en las regiones de los condenados y despojó a Satanás de todo: se llevó toda la armadura de este y tomó las llaves de la muerte y del infierno. Cristo ató al hombre fuerte y saqueó su reino, y en Colosenses dice que despojó a los principados y a las potestades y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos.

Luego, Él le dio a usted esa victoria. USTED es de Dios. ¡Tenga eso presente! Por medio de Jesucristo usted ha vencido, porque Él vive en usted. Así que no es necesario que vuelva a vivir “considerando las circunstancias…”

Colosenses 1:9-15

1:9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.
1:10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
1:11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas.
1:12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.
1:13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?
1:14 Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo,
1:15 para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre.

Fuentes: Devocionales Cristianos

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