En Filadelfia una mujer podría ser
multada con 600 dólares por cada día que repartió comida gratis entre
niños de familias pobres.
Angela
Prattis, de la ciudad Chester Township, donde el ingreso anual per
cápita oscila en torno a los 19.000 dólares, decidió repartir comida
gratis a los niños de la localidad durante varios meses.
Prattis distribuía la comida en su
garaje, adonde acudían unos 60 niños cinco días en la semana. La
Archidiócesis de Filadelfia suministraba la comida y controlaba el
programa, ya que Prattis le presentaba informes semanales.
Sin embargo, cuando la alcaldía de
la localidad se enteró de su labor, decretó que para ello Prattis debía
de obtener un permiso para repartir comida o bien pagar una multa de
600 dólares por cada día de caridad. Dado que su labor de beneficencia
duró tres meses, dicha multa ascendería a más de 50.000 dólares. En
cualquier caso, la obtención del permiso es también bastante costosa y
asciende a 1.000 dólares. Las autoridades insisten en que la mujer
violaba las leyes de la localidad, ya que vive en una zona residencial
donde el reparto de la comida gratis está prohibido.
En un primer momento la
administración tenía la intención de cobrar la multa por este verano,
pero después de que medios locales se hicieron eco del asunto,
decidieron no hacerlo. La alcaldía permitió a Prattis a repartir
gratuitamente la comida hasta el 24 de agosto, pero el próximo verano la
mujer tendrá que pagar por sus labores de caridad.
Prattis, que tiene tres hijos propios y uno acogido, declaró a los medios locales que nunca dejará a ayudar a los niños pobres.
Fuentes: RT en Español
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