“…NO OS
PREOCUPÉIS…” (Mateo 6:31 CST)
Si no
prestas atención, dos cosas te robarán la tranquilidad:
1) El
pasado. Todos cometemos errores, incluidas aquellas personas a quienes admiras
y las que piensan que nunca se equivocan. La Biblia dice: “…Cada uno llevará su
propia carga” (Gálatas 6:5 RVR 1960).
Todos adolecemos en algún área. Todos
decimos o hacemos cosas de las que nos arrepentimos. ¿Qué podemos hacer,
entonces? Pide perdón a Dios y confía que Él va a rectificar la situación. Él
puede ayudarte a corregir los errores y a madurar por medio de ellos. Por
ejemplo, cuando dices algo inapropiado, en lugar de obsesionarte por si has
ofendido a alguien, pídele a Dios que le haga ver a la persona que no lo
dijiste con mala intención. Confía en que Dios intervendrá y te dará favor. De
ese modo no tendrás que pasar los días siguientes nervioso ni avergonzado
cuando te encuentres con el afectado.
2) El
futuro. Dios no va a suplir hoy las necesidades de mañana. Por consiguiente,
cuando tengas uno de esos momentos de ‘¿Qué pasa si…?’, detente y considera
estas palabras de la boca de Jesús: “No os angustiéis, pues, diciendo: “¿Qué
comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?”, porque los gentiles se
angustian por todas estas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis
necesidad de todas ellas. Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y
todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:31-33).
Dijo Víctor Hugo: “Cuando
hayas cumplido con las tareas del día, vete a dormir en paz; ¡Dios sigue
despierto!”
Fuentes:
Devocionales Cristianos
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