Las emociones controlan el comportamiento de
la mayoría de las personas!
Una emoción
es una alteración del ánimo que puede ser agradable o penosa y que produce
cierta conmoción somática. También es un interés expectante en algo que está
ocurriendo. Las emociones pueden ser positivas o negativas.
Pueden ser
estimuladas por un evento, una palabra, una circunstancia, etc.
Las emociones no son solamente románticas. También vivimos emociones por
recuerdos dolorosos, por situaciones financieras, por asuntos familiares, por éxitos o
fracasos intelectuales, por causa de enfermedades físicas, y diferentes
circunstancias de la vida.
Las
personas que son guiadas solamente por emociones en la vida, tienen una vida
muy inestable, debido a que las emociones no son controlables.
La mayoría
de los seres humanos respondemos a los estímulos emocionales y generalmente
definen nuestro comportamiento. Las emociones generan pensamientos y diálogos
internos que posteriormente nos conducen a tomar decisiones.
Por
ejemplo, una pareja se conoce y de inmediato se produce una emoción de
atracción entre ambos. Esa emoción genera pensamientos y diálogos internos de
gozo. Si continúan relacionándose, las emociones y los pensamientos se repiten
y van generando un sentimiento que con el tiempo se va a convertir en la
decisión de querer vivir juntos. O puede
darse el caso de una persona tiene una mala experiencia romántica que es una
emoción negativa. Esa emoción genera pensamientos que pueden concluir en una
decisión como: no me volveré a enamorar nunca!
Las
emociones de la vida generalmente nos conducen a alimentar las obras de la
carne en nosotros, pero nuestro Padre celestial nos enseña que debemos vivir
más bien por convicciones creadas por su palabra en nosotros que alimentan
nuestro espíritu para que tengamos una vida más estable y bendecida.
Gal. 5:16:
Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 19:
Manifiestas son las obras de la carne que son: adulterio, fornicación,
inmundicia, lujuria, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras,
contiendas, divisiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y
cosas semejantes a estas. En cuanto a esto, os advierto, como ya os he dicho
antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Pero el
fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de
Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Si tu vida
está siendo gobernada por emociones que van en contra de la voluntad de Dios
para nuestras vidas, las consecuencias van a ser catastróficas. Toda decisión
que se tome en la vida que no esté en armonía con los mandamientos de Dios nos
va a traer graves problemas.
No podemos
evitar vivir emociones, pero si podemos decidir qué vamos a hacer con esas
emociones. Si son emociones que nos van a inducir a salirnos de la obediencia
al Señor, entonces debemos ejercer nuestro libre albedrío para rechazar las
tentaciones y decidir obedecer al Señor y mantenernos en el camino correcto.
Esto no es
fácil, pero es la mejor decisión que podemos tomar. Por esa razón necesitamos
mantenernos en constante crecimiento espiritual que nos da la fuerza para no
dejarnos llevar por las obras de la carne, sino por las instrucciones del Señor
a nuestra vida.
Habla hoy
mismo con tu cónyuge acerca de este tema. Identifiquen emociones negativas en
sus vidas y tomen la decisión de controlar esas emociones y fortalecer su vida
espiritual para no dejarse llevar por las obras de la carne, sino más bien por
convicciones espirituales en función a la palabra de Dios.
Tu
matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. CUÍDALO!
Luis Y
Hannia Fernandez.
matrimonios@happy4ever.org
Fuentes:
Renuevo de Plenitud
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