Tus brazos
siempre se abren cuando necesito un abrazo.
Tu corazón
sabe comprender cuando necesito una amiga.
Tus ojos
sensibles se endurecen cuando necesito una lección.
Tu fuerza y
tu amor me han dirigido por la vida y me han dado las alas que necesitaba para
volar.
Tu nombre
es sinónimo de amor puro, sacrificado y abnegado.
Das todo
sin esperar nada a cambio.
Eres
ejemplo de lo que es el perdón y la dedicación, perdonas siempre.
Tienes en
tu interior una fuerza increíble, tu fe remueve montañas y provoca milagros
maravillosos.
“Mujer, que
grande es tu fe” Hagas como quieres. Y
desde ese mismo momento su hija quedo sana. Mateo 15:26-28
En
ocasiones cuando los hijos se enferman, vemos a las madres arrodilladas
clamando al Padre de Gloria, y Dios ve sus corazones y conoce su fe y los hijos
sanan y la Gloria de Dios se ve manifestada en sus vidas y sabemos que el Amor
de una Madre es inmenso, ahora piensa un solo momento, cuan Grande es aun el
amor de Dios para con nosotros.
Solo déjame
decirte que tienes un tesoro una bendición grande al tener una mujer que clama
por ti, bendícela en el Precioso nombre de Cristo Jesús, Hónrala como manda la
escritura, cuídala, obedece y escucha sus consejos, “Éxodo 20:12: Honra a tu
padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu
Dios te da”.
Y si tu
eres uno de las personas que ha sentido el desprecio o abandono de tu madre,
Dios tiene una palabra especial para ti: Salmos 27:10: AUNQUE MI PADRE Y MI
MADRE me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá. Esta, es una promesa que Dios
mismo te está dando, no la rechaces, tu limpia tu corazón de rencor y amargura
y deja que El mismo lo llene de su amor, y entonces podrás decir con confianza
que Dios es tu ayudador y que nunca te dejara, simplemente reconócele y acéptale
como padre pues él te espera con los brazos abiertos.
Fuentes:
Devocionales Cristianos
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