El adolescente fue llevado por el servicio de urgencias del Union Medical College Hospital, de Pekín. “Debemos internarlo porque está muy
grave”, advirtió el enfermero que le prestó los primeros
auxilios. El muchacho estaba desmadejado, sin fuerzas, con signos
vitales bajos. Pálido, delirante, en el umbral de la muerte.
¿La causa? Ta Mei Xiang
pasó poco más de cuarenta horas frente al computador. Quienes
estuvieron cerca aseguraron que el chico estuvo yendo de un
videojuego a otro. Apasionado, sin descanso, con afán. En sus ojos
brillaban las formas multicolores de los diferentes formatos de
entretenimiento electrónico.
“No me puedes ganar…”, repetía con desespero, como si en esa pantalla tuviera un interlocutor que lo retara a seguir jugando. Estaba
enloquecido, haciendo caso omiso de otras personas alrededor quienes le recomendaban que guardara la calma.
No consumió alimentos.
Se limitó a beber el contenido de agua de una botella plástica. El chico
murmuraba con desespero. Solamente hacía un alto en su
actividad para introducir monedas en las máquinas.
--La descompensación se produjo por su renuencia a comer. El cuerpo no resistió, literalmente, el esfuerzo con los videojuegos--, explicó el
médico que lo atendió en la institución hospitalaria.
La madre se quedó de una sola pieza cuando recibió la noticia sobre el grave estado de salud de su hijo:
--Estaba desesperada. Desapareció un viernes en la noche. Desde entonces no volví a tener noticias de él—se lamentó--. Jamás imaginé que
los juegos electrónicos que compré en la video-tienda, iban a llevarlo a esta situación--.
Ta Mei Xiang estuvo por
espacio de varios días en recuperación. Lo aterrador fue que, horas
después que le dieran de alta en el hospital, se entregó
de nuevo a jugar maquinitas.
El origen de una trampa que seduce
Curiosamente
descubrimos que los juegos electrónicos tuvieron como origen,
simuladores para el lanzamiento de misiles.
Sus creadores fueron Thomas Goldsmith y Estle Ray Mann, en 1947.
Patentaron un esquema de pantalla de radar que operaba con rayos
catódicos. Solamente permitía ajustar la velocidad y la curva de
disparo.
En
1952 Alexander Sandy Douglas concibió su primer juego gráfico por
computador, que sirvió de base a su tesis para un
doctorado en Matemáticas en la Universidad de Cambridge, Inglaterra.
Se llamó “Tres en Raya” y era el formato electrónico del popular juego
de “Triqui” que conocemos en
Latinoamérica.
En 1958 se creó el “Tenis para dos” (Tennis for Two, en ingles). Su inventor, William Nighinbottham
utilizaba un osciloscopio de laboratorio. La dinámica consistía en
interceptar una bola que cruzaba la pantalla moviendo una línea que
hacía las
veces de raqueta. Su autor lo mostró como curiosidad científica y
nunca patentó su invención. Quien se encargó de hacer el registro legal
fue una empresa que lo comercializó a partir de 1972 bajo
el nombre de “Atari”. Se le considera el primer videojuego de la historia.
Le siguió la “Guerra
del Espacio”, creado en 1961 por Steve Russell en el Instituto
Tecnológico de Massachusetts. Fue creado para dos personas y se
copió a otras computadoras, por lo que se le considera el primer
videojuego en línea.
Quien llevó los
videojuegos a una pantalla, tal como la concebimos hoy, fue Ralph Baer.
Creó las consolas a partir de la experiencia que adquirió
después de laborar muchos años en una empresa de televisión. Al
comienzo su invento fue rechazado. Así las cosas, por su cuenta y riesgo
construyó en 1966 el primer tablero doméstico para jugar.
Sólo hasta 1972 encontró un inversor que lo patrocinara. Los
videojuegos se convirtieron desde entonces en un mercado de mucho éxito.
De la diversión a la adicción
Un
estudio del Departamento de Sicología de la Universidad Estatal de Utah
concluyó que la diversión a través de los videojuegos,
especialmente en niños y adolescentes, los lleva a la adicción.
Una
vez están atrapados, esta compulsión les conduce a comportamientos
depresivos, acompañados de impulsividad, pérdida de sueño,
bajo nivel de concentración, disminución en el rendimiento
académico, inseguridad y timidez.
Una
característica que revela al chico o chica que está en el nivel de
adicto, es que pasa muchas horas frente al ordenador o
pantalla de televisión en la que reproducen el juego. Esto les lleva
a tener dificultades en la socialización con otras personas de su edad,
así como a actuar impulsivamente.
Especialistas del mundo
coinciden en señalar que la adicción a los juegos electrónicos suele
ser muy fuerte. Este género de ludopatía lleva a las
personas a desconectarse del mundo real, como describió un joven: “Es como una máquina del tiempo porque empiezas a jugar y de repente han pasado muchas horas y no te das cuenta de cuándo
ocurrió." Otro describió su comportamiento descontrolado: “No puedes parar; yo, al menos, n podía parar. Quería sólo una partida más... Se convertían en dos, tres horas más."
Un mercado muy lucrativo en el mundo
Una nota que leí en el diario La Nación, de Chile, revelaba que en el país hay más de 250 mil máquinas
de videojuegos que mueven anualmente alrededor de 1.700 millones de dólares anualmente. Además de constituir una “mina de oro” para sus propietarios, evaden impuestos. En su mayoría, las
máquinas son importadas de Asia.
Deseo, no obstante,
llamar su atención en
el hecho de que Chile es tan solo uno de los países que reflejan el
lucrativo negocio de los juegos en línea o maquinitas que envician a las
personas—principalmente niños, adolescentes y
jóvenes—y los convierten en adictos. Estrategia de Satanás, sin
duda, a través de la cual atrapa millares de almas.
Lo mínimo que invierte alguien que se sienta frente a las “maquinitas tragamonedas” y otros
formatos, son diez dólares.
Sembrar principios de vida
Los padres de familia tenemos la enorme responsabilidad de sembrar en los hijos principios que les
ayuden a enfrentar exitosamente los peligros a los que se verán enfrentados con el paso de los años.
A través del profeta Moisés nuestro amado Dios instruyó a los israelitas y a nosotros hoy:
“Ama al
Señor tu
Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
Debes comprometerte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos
que
hoy te entrego. Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de
ellos en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por
el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalos
a tus manos y llévalos sobre la frente como un recordatorio.”(Deuteronomio 6: 5-8. Nueva Traducción
Viviente)
Es
evidente que nuestro Adversario Satanás ha desplegado en estos últimos
tiempos, toda su artillería para desencadenar
adicciones a las drogas, el alcohol, el sexo y—lo que faltaba--: los
videojuegos por medio de los cuales puede llegar al segmento
poblacional de la niñez, que es muy vulnerable.
Si
nos tomamos el trabajo de advertir a nuestros chicos sobre los peligros
que encierran estos formatos electrónicos que
en apariencia son inofensivos, sin duda tendremos generaciones
preparadas para permanecer firmes. Al respecto el rey Salomón escribió: “Dirige a tus hijos por el camino correcto, y cuando sean
mayores, no lo abandonarán.”(Proverbios 22:6. Nueva Traducción Viviente)
Y si nuestros hijos se mueven al amparo de nuestras instrucciones, sin duda podrán salir airosos,
cualquiera sea la tentación o ataque del enemigo espiritual del que pudieran ser blanco: “Hijo mío, presta atención cuando tu padre te corrige;
no descuides la instrucción de tu madre.”(Proverbios 1:8, Nueva Traducción Viviente)
Actualmente en la Escuela de Medicina de Harvard tiene una clínica dedicada a tratar a los adictos al ordenador. El proceso de
“desintoxicación electrónica” puede tomar semanas.
Es
evidente que desde la perspectiva de la sicología hay terapias, pero
usted y yo como cristianos,
nos inclinamos por llevar la situación delante de Dios en oración y
procurar que sean libres de toda atadura a los videojuegos con el
diálogo, la instrucción y—por supuesto--, la ayuda de
Jesucristo.
No podemos dar lugar al enemigo
Hace poco menos de dos mil años el apóstol Pablo advirtió a los creyentes de Corinto sobre los
peligros que encerraban las sutiles trampas de Satanás: “… Pero temo que, de alguna manera, su
pura y completa devoción a Cristo se corrompa, tal como Eva fue engañada por la astucia de la serpiente.”(2 Corintios 11: 3. Nueva Traducción
Viviente)
Nuestro Adversario es muy astuto. Y usted y yo no podemos descuidarnos, de lo contrario, el enemigo
ganará terreno procurando la destrucción de nuestra familia y nuestros hijos.
Y es nuestro amado Dios quien liberta a la niñez, la adolescencia y la juventud porque en Él
encontramos libertad: “Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamente libres.”(Juan 8:36. Nueva Traducción Viviente)
Mi
sincera recomendación es que ore por sus hijos. Que Dios los guarde y
cuide su camino. Y si están
bajo alguna atadura, como los videojuegos, es recomendable acompañar
períodos de dialogo, orientación e instrucción con ellos, con oración.
Esté alerta, además,
sobre qué tipo de actividades lúdicas practican sus hijos y, si quiere
ofrecerles entretenimiento, no les regale videojuegos. Por
favor, entiéndame que no estoy satanizando estos formatos de
entretenimiento pero sí, advertirle sobre los peligros que encierran.
Sus hijos son un tesoro muy valioso. Es necesario cuidarlos y rodearlos con mucha oración.
En el proceso de sacar a
sus hijos de un proceso adictivo, que se evidencia en los cambios de
comportamiento, es esencial la comprensión y
acompañamiento de la familia. Es esencial.
Reciba a Jesucristo como su Salvador
Mi
sincera recomendación es que reciba a Jesucristo como su Señor y
Salvador. Es la mejor decisión que todos podemos tomar. Basta
que le diga: “Señor
Jesucristo, gracias por morir en la cruz por mis pecados y abrirme las
puertas a una nueva vida. Te
recibo en mi corazón como mi único y suficiente Salvador. Haz de mi
la persona que tú quieres que yo sea. Y gracias por las bendiciones que
tienes para mí. Amén”
¡Lo
felicito! Es la mejor decisión que jamás haya podido tomar. Ahora le
invito para que, primero, haga de la oración diaria y
principio de intimidad con Dios; segundo, que lea la Biblia. En ella
aprenderá principios maravillosos que le ayudarán en el proceso de
crecimiento personal y espiritual, y por último, comience a
congregarse en una iglesia cristiana. ¡No se arrepentirá!
Por Fernando Alexis Jiménez
Fuentes: Estudios Bíblicos
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