Lectura: 2
Samuel 12:1-15 |… sabed que vuestro pecado os alcanzará. —Números 32:23
Mi esposa y
yo íbamos en automóvil por una autopista cuando vimos que un conductor giró a
la izquierda en una rotonda ubicada entre los carriles de ambas direcciones, la
cual estaba diseñada para que la usaran solamente los vehículos de servicio de
emergencias. El hombre tenía planeado girar en «U» y regresar en el sentido
contrario.
Como miraba
hacia la derecha esperando que se abriera un lugar entre el tránsito que pasaba
del otro lado, no vio que un patrullero policial retrocedía hacia él desde la
izquierda. Finalmente, cuando se hizo un espacio entre los coches, el conductor
que quería dar la vuelta arrancó y atropelló al automóvil patrullero.
Es común
que nosotros pensemos que podemos hacer algo malo y quedar impunes. Después que
el rey David adulteró con Betsabé, también se concentró en «quedar impune»,
pero iba camino a la colisión con Natán. Su adulterio, engaño y asesinato «fue
desagradable ante los ojos del Señor» (2 Samuel 11:27); por lo tanto, cuando
Natán trajo a la luz su grave pecado, el monarca sintió un gran remordimiento.
Confesó, se arrepintió y recibió el perdón de Dios, pero las consecuencias de
su pecado nunca se alejaron de su familia (12:10).
Si has
tratado de salir impune de algo, recuerda que «[tu] pecado [te] alcanzará»
(Números 32:23). Entrégate al Señor. No te escondas, sino busca que Él, en su
gracia, te perdone.
—HDF
Tenemos que
enfrentar nuestros pecados para que podamos dejarlos atrás.
Fuentes: El
Versículo del Día
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