ABC | Moneyval,
el órgano de control del Consejo de Europa para la lucha contra el blanqueo de
capitales y la financiación del terrorismo, celebró hoy que el Vaticano haya
actualizado su legislación en esa materia, pero llamó a la Santa Sede a
reforzar sus organismos supervisores.
«La Santa
Sede ha progresado en muy poco tiempo y ya se aplican formalmente un gran
número de elementos de un régimen contra el blanqueo de capitales y la
financiación del terrorismo», indicó ese organismo en su primer informe de
evaluación sobre el Vaticano.
Sin
embargo, añade el Consejo de Europa, aún quedan cuestiones importantes para su
efectividad práctica.
«Evaluación de riesgos»
Entre esos
puntos a mejorar, el informe detecta la necesidad de elaborar una «evaluación
de los riesgos» relacionados con el blanqueo de dinero y la financiación del
terrorismo, algo en lo que ya trabaja el Vaticano.
Se señala
además una «falta de claridad» sobre el papel, la misión, las competencias, los
poderes y la independencia de la Autoridad de Información Financiera (AIF),
organismo supervisor creado en 2010, después de que Instituto para las Obras de
Religión (IOR), conocido como el Banco Vaticano, fuera investigado.
Los
redactores del informe recomiendan que el IOR se coloque bajo supervisión
independiente, que aplique «criterios adecuado sy apropiados para los
dirigentes en las instituciones financieras», informa Efe.
Adaptada para combatir el blanqueo
La
legislación del Vaticano, revisada en esa materia y actualizada el 1 de abril
de 2011, ha sido adaptada a la normativa del Grupo de Acción Financiera
Internacional (GAFI), organismo creado en 1989 para combatir el blanqueo de
capitales, dice el informe, que precisa que «queda por demostrar la eficacia de
su aplicación».
Invita al
AIF a dotarse de competencias para poder cubrir también la actividad de las 46
organizaciones con fines no lucrativos que operan en el Vaticano, de forma que
pueda «disponer del acceso necesario a los libros y registros financieros».
El informe
pone de manifiesto que «globalmente, se han aplicado modalidades adecuadas para
facilitar tanto la cooperación nacional como internacional» y celebra que la
Santa Sede decidiera en enero de 2012 formar parte de las convenciones de Viena
y de Palermo contra la financiación del terrorismo.
«Satifacción» en la Santa Sede
El Vaticano
expresó su «satisfacción» por los resultados del informe y reiteró su intención
de reforzarlas. Así lo señaló monseñor Ettore Balestrero, subsecretario para
las Relaciones con los Estados («subsecretario de Exteriores»).
Balestrero
subrayó que el Vaticano no es un centro financiero y que por tanto los factores
de riesgo de blanqueo son «muy bajos», pero que ello no supone que no tengan
que poner más cuidado en ese punto y ya lo están haciendo. Respecto al AIF
reconoció que hay que potenciarla.
El
sacerdote reiteró el compromiso de la Santa Sede en formar parte de la lista de
Estados que respetan las normas para la lucha contra el lavado de dinero,
señalando que se trata de «un compromiso moral y no sólo técnico» y a este
respecto recordó los pasos dados en los últimos tiempos para lograrlo.
El 30 de
diciembre de 2010, Benedicto XVI aprobó una ley, la 127, para luchar contra el
blanqueo de dinero en las instituciones financieras del Vaticano, que entró en
vigor el 1 de abril de 2011. Para vigilar la aplicación de esa le ley creó la
Autoridad de Información Financiera (AIF).
Balestrero
precisó que esa ley era un importante paso, pero que al poco tiempo se dieron
cuenta de que tenía algunas lagunas y límites y que era necesario modificarla,
lo que se hizo el 25 de enero de 2012, con el objetivo de hacer más efectiva la
cooperación entre las autoridades internas competentes en la prevención y lucha
contra el reciclaje y financiación del terrorismo.
Refuerzo del sistema
El nuevo
reglamento -precisó- introduce una verificación adecuada de la clientela, la
identificación de las operaciones sospechosas y refuerza la cooperación
internacional, incluido el intercambio de informaciones con el extranjero.
Asimismo,
añadió, en materia penal han introducido una amplia definición de los delitos
de reciclaje y financiación del terrorismo, se ha reforzado los poderes de los
tribunales vaticanos y se han aumentado las sanciones para los que violen esa
ley. Balestrero reconoció que todavía la normativa «puede ser mejorada» y que
ya han tomado medidas.
Entre éstas
citó la creación de una lista de sujetos considerados como terroristas, en
línea con las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la
revisión del ordenamiento penal, para modernizarlo y la ratificación de
tratados internacionales.
«Tras la
valoración (de Moneyval) reforzaremos el sistema en su totalidad. Este informe
no es el final, sino el principio de nuestro constante compromiso moral», dijo
Balestrero.
«Hemos
puesto los pilares para luchar contra el reciclaje y la financiación del
terrorismo y ahora queremos construir totalmente el edificio que demuestre la
voluntad de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano de ser socios
en los que puede confiar la comunidad internacional», añadió.
En mayo se destituyó al presidente del IOR
El informe
de Moneyval se ha conocido dos meses después de que el pasado mayo, el Consejo
Supervisor del IOR destituyera de manera fulminante al presidente de la
entidad, el italiano Ettore Gotti Tedeschi, «por no haber desarrollado
funciones de primera importancia para su cargo» y al estar «preocupado» por su
gestión.
Gotti
Tedeschi es investigado desde septiembre de 2010 por la Fiscalía de Roma por
supuesta violación de la prevención del blanqueo de dinero por operaciones
bancarias que preveían la transferencia de 20 millones de euros a la JP Morgan
de Fráncfort y de otras tres entidades a la Banca del Fucino.
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