LEA: Juan
15:9-17 | Durante el ensayo de la
ceremonia de bodas de mi hermano, mi esposo tomó una foto de los novios
mientras se miraban delante del pastor. Más tarde, nos dimos cuenta de que el
flash de la cámara había iluminado una cruz de metal en el fondo, la cual
aparecía como una imagen resplandeciente encima de la pareja.
La
fotografía me recordó que el matrimonio es un cuadro del amor de Cristo hacia
la iglesia, demostrado en la cruz. Cuando la Biblia instruye a los maridos a
amar a sus esposas (Efesios 5:25), Dios compara esa clase de afecto fiel y
generoso con el amor de Cristo a sus seguidores. Debido a que Él entregó su
vida en sacrificio por amor, debemos amarnos unos a otros (1 Juan 4:10-11).
Jesús murió en nuestro lugar para que nuestro pecado no nos mantuviera
separados de Dios eternamente. Él puso en práctica las palabras que les expresó
a sus discípulos: «Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por
sus amigos» (Juan 15:13).
Muchos
padecemos la angustia del abandono, el rechazo y la traición. A pesar de todo
esto, por medio de Cristo podemos comprender la naturaleza sacrificada,
compasiva y perseverante del amor verdadero. Hoy recuerda que Dios te ama.
Jesús lo expresó con su vida.
La cruz de
Cristo es lo que mejor habla del amor de Dios.
(Nuestro
Pan Diario)
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