LEA: Jueces
7:2-8 | En la novela histórica china Romance de los tres reinos, su autor, Luo
Guanzhong, describe la «Estrategia del fuerte vacío», que emplea una psicología
inversa para engañar al enemigo. Cuando 150.000 soldados del reino Wei llegaron
a Xicheng, que tenía un ejército de menos de 2.500, encontraron las puertas de
la ciudad totalmente abiertas y al famoso estratega militar Zhuge Liang tocando
tranquilamente la cítara, con dos niños a su lado. El general Wei,
desconcertado por la escena y creyendo que era una emboscada, ordenó la
retirada.
La Biblia
da otro ejemplo de una asombrosa estrategia de batalla. En Jueces 7, Dios hizo
que Gedeón utilizara 300 hombres, trompetas, cántaros y antorchas encendidas
contra ejércitos que eran «como langostas en multitud, y sus camellos eran
innumerables» (v. 12).
¿Podría
Israel derrotar a un enemigo tan formidable? Humanamente, ¡imposible! No tenían
ni mano de obra ni equipamiento militar, pero sí contaban con algo que obraba a
favor de ellos y que era lo único que necesitaban: la promesa de Dios: «Con
estos trescientos soldados voy a salvarlos y les daré la victoria…» (v. 7 tla).
¿El resultado? ¡La victoria!
¿Estás
enfrentando un desafío enorme? El Señor ha señalado: «He aquí que yo soy el
Señor, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?» (Jeremías
32:27).
Todo es
posible con Dios.
(Nuestro
Pan Diario)
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