jueves, 19 de enero de 2012

Donde buscar la felicidad



Un maestro sufí había perdido la llave de su casa y la buscaba afuera, en la grama. Se puso de rodillas y comenzó a pasar sus dedos sobre cada hoja de hierba.

  Llegaron ocho o diez de sus discípulos.  

- Le preguntaron: “¿Maestro te pasa algo?”.

- Él contestó: “He perdido la llave de mi casa”.


- Ellos preguntaron: “¿Podemos ayudarte a encontrarla?”.

- Él respondió: “Me encantaría”.

Así que todos se pusieron de rodillas y comenzaron a correr sus dedos por la hierba.

A medida que el sol se ponía más caliente, uno de los discípulos más inteligentes dijo: - “Maestro, ¿tienes alguna idea de dónde perdiste la llave?”.

- El Maestro contestó: “Por supuesto. La perdí en la casa”.

- A lo que todos exclamaron: “Entonces, ¿por qué la buscamos aquí afuera?”.

- Él dijo: “¿No es obvio?  Aquí hay más luz”.
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Cuando T. Keating cita este relato antiguo en su genial librito “La condición humana”, termina añadiendo:
“Todos hemos perdido la llave de nuestra casa. Ya no vivimos allí.  No experimentamos en nuestro interior la presencia de DiosÖ En esta parábola, la casa representa la felicidad y la felicidad es la intimidad con Dios, la experiencia de la presencia amorosa de Dios”.

En el evangelio de hoy aparece la primera vez que el Señor se dirige a usted y a mí, cuando nos ve siguiéndolo. Las palabras son:

“¿QUÉ BUSCAN?”

Creo que puedo hablar por usted cuando respondo: “Señor, yo estoy buscando ser feliz”, porque, en el fondo eso es lo que todos deseamos. Lo que nos diferencia es el cómo.

Conozco a una persona que, lamentablemente, está buscando ser feliz del modo equivocado. Ella no tiene tiempo para el Señor, porque “tiene demasiado trabajo” buscando ganar más y más dinero, mucho más del que necesita realmente.

Pero no se da cuenta. Ella no tiene trabajo, el trabajo la tiene a ella.

Conozco a otro para quien su vida social es lo primero. Eso es lo que lo hace “importante”, y cree que la forma de ser feliz es ser importante.

Buscar la felicidad en tener mucho dinero o ser importante socialmente es buscar la llave en la grama. Nunca la encontrará por- que no es allí que está.

LA PREGUNTA DE HOY

¿Qué puede esperar quien se acerca al
Señor en actitud de búsqueda?

Conozco personas que han decidido buscar al Señor por encima de cualquier “cosa”. Ellos han encontrado tres tesoros:

1. Amor incondicional.

Sea cual sea su situación, el Señor los ha acogido aún más amorosamente que una madre; los escucha, los comprende, y les da Su paz.

2. Orientación y guía.

Para saber qué hacer y, además, tener fuerza para hacerlo. (Sabiduría y fortaleza).

3. Seguridad.

En una relación de amistad con Jesucristo, no solo nuestra vida adquiere sentido pleno, sino que tenemos la garantía de compañía permanente y de vida eterna.  

“El que cree en Él no muere, sino que tiene vida eterna” (Juan 3, 16)

“Solo existen dos clases de personas razonables:  Las que sirven a Dios de todo corazón porque le conocen y las que le buscan de todo corazón porque no le conocen”. Blaise Pascal  

Por Luis García Dubus | Santo Domingo | Listin Diario |

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