lunes, 2 de enero de 2012

La arrogancia destruye una relación



No hay nada tan atractivo como la auto-confianza. Por otro lado, lo más feo es la arrogancia.

Las personas con confianza en sí mismas le dirán lo que sienten y lo que piensan, mientras respetan su punto de vista. Nunca le forzarán a pensar o sentirse como ellos. Las personas seguras de sí mismas tienen buenos límites, entienden que todos somos diferentes.


Sin embargo, muchas veces la auto-confianza se confunde con la arrogancia. Este va más allá que una seguridad saludable, con características que destruyen las relaciones. Usando el nombre de confianza, ellos imponen sus opiniones sobre otros, pueden ser muy manipuladores, muchas veces engañosos y creen que su forma de hacer las cosas es la única manera de sacar la tarea.

Un reciente correo electrónico de una mujer alterada, nos aclara el impacto destructivo de la arrogancia, y la importancia del respeto mutuo dentro del matrimonio.
“Estimado Dr. David. He estado casada durante diez años con un hombre que siempre tiene que tener la razón. Él cree que su manera es la única forma de hacer las cosas. Si estoy en desacuerdo, se enoja. De hecho, cuando discrepo, él dice que me gusta discutir, y más bien él se vuelve el discutidor.

No estoy segura como lidiar con alguien de opiniones tan fuertes. Él parece tener mucha seguridad en sí mismo, pero me pregunto si es realmente es inseguridad lo que él cubre con esta actitud arrogante. Él es prepotente con sus amigos, pero ellos son así también. Tratan a las mujeres irrespetuosamente, y está dañando nuestro matrimonio. Cuando intento dar mi opinión, mi esposo encuentra una falla en ello. No estoy segura de que a él le siga importando lo que pienso y siento.

¿Debo estar callada y dejar que él me pase por encima, o hay alguna forma de pelearlo? No quiero causar problemas innecesarios en nuestro matrimonio, pero de todas formas él lo está arruinando. Quiero que él me respete. ¿Es esto mucho que pedir? Por favor ayúdeme.”

Esperar respeto en un matrimonio no es mucho que pedir. De hecho, parece que su marido tiene tiempo de haber estado descuidando su responsabilidad de amar y respetarla. Usando el nombre de la auto-confianza, y creyendo que sus opiniones son “correctas”, él ha irrespetado sus ideas.

El apóstol Pablo nos exhorta a “someternos unos a otros en el temor de Dios” (Efesios 5:21). Su esposo también se le instruye amarla “como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella” (Efesios 5:25). Hay muchos otros ejemplos en las Escrituras sobre la importancia del respeto y honor mutuo.

Obviamente estos son elementos críticos que faltan en su matrimonio. Una relación marital es un convenio sagrado para amar y honrar el uno al otro. Ya no son dos personas separadas, sino una sola. Deben velar por los intereses del otro y buscar el bienestar de su cónyuge. Insisto, parece que su marido no entiende estos principios.

También estoy muy preocupado sobre la ira que él usa para controlarla. Él parece tener poca habilidad para tolerar diferencias de opiniones, o que le cuestionen sus razonamientos. Esta es una característica egocéntrica e inmadura.

¿Qué puede hacer al respecto? No le animo a “pelearlo”. Esto solo agregará insulto a la herida. No se defienda, ni debata con él, ni discuta. Esto solo crea más animadversión y pleitos. Si empieza a pelear, perderá y se sentirá peor. Usted no necesita ganar argumentos, sino declarar sus pensamientos y sentimientos.

Esto es solo el primer paso. Luego, necesitará establecer límites con su esposo. Al parecer usted ha tolerado su coacción por mucho tiempo, enseñándole que está bien que la trate así, y no lo es. Seguramente ha cedido a su enojo, lo cual refuerza esa reacción. De manera amorosa, con una voz firme y fuerte, usted debe decirle repetidamente que no aprecia que le digan que está equivocada. Impóngase, dando su opinión sin entrar en argumento. Dígale que hablará con él cuando se calme y sea respetuoso. Infórmele que usted escucha y entiende su punto de vista, si este es el caso, pero aclare que usted ve las cosas distintas.

Finalmente, busque consejería. Es muy improbable que su esposo vaya a cambiar sin intervención profesional. Es posible que él no vea o entienda lo que hace. Ojala, si usted es clara, concisa y consistente con él, dando a entender que debe haber un cambio en su matrimonio, él acordará ir a consejería con usted.

Por Dr. David Hawkins   - Vida Dura

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