Ella entró
en mi oficina con sus ojos rojos de tanto llorar. Me dijo entre sollozos:
“Pastor, mi esposo se suicido y he quedado sola con tres niños, tengo miedo, el
temor de no poder levantarlos para que sean alguien en la vida me ha dejado sin
aliento, podría ayudarme en esta noche tan oscura que vivo?
El clamor
de ella retumbó en mis oídos y me parecía escuchar haciendo eco de la voz de
esta entristecida mujer, a miles y miles de voces de mujeres de todo el mundo
que expresaban el mismo dolor, duda y quebranto.
Puede una
mujer que ha quedado viuda, divorciada o que por diferentes circunstancias de
la vida ha tenido que levantar hijos sola, formar en ellos personas de
proyección y trascendencia?
Acaso no se
necesita la figura masculina para poder sembrar en el corazón de los hijos e hijas
los elementos vitales de una generación que se proyecta en la vida con
propósito?
Hay alguna
esperanza para la madre soltera que la anime a invertir su vida en la formación
de liderazgo en sus hijos para que lleguen un día a ser líderes que puedan impactar
y cambiar toda una nación?
Claro que
si la hay. La Biblia describe a una mujer que puede hacer impacto.
“»Mujer
virtuosa, ¿quién la hallará? Su valor sobrepasa largamente al de las piedras
preciosas.
Siendo aún
de noche, se levanta para dar la comida a su familia y la ración a sus criadas.
No teme por su familia cuando nieva, porque toda su familia va vestida de ropas
abrigadas. Fuerza y honor son su vestidura, y se ríe de lo por venir. Sus hijos
se levantan y la llaman bienaventurada. Engañosa es la gracia y vana la
hermosura, pero la mujer que teme al Señor, esa será alabada”. Proverbios
31:10,15,21,25,28,30.
Dios suple
lo que hace falta. Si hace falta la presencia del Marido, Dios cubrirá ese
vacío.
“No temas,
pues no serás confundida; no te avergüences, porque no serás afrentada, sino
que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud y de la afrenta de tu viudez no
tendrás más memoria. Porque tu marido es tu Hacedor. Él es tu Redentor, el
Santo de Israel, el que será llamado “Dios de toda la tierra”. Porque como a
una mujer abandonada y triste de espíritu te llamó El Señor, como a la esposa
de la juventud que es repudiada, dice el Dios tuyo. Isaías 54:4-6
Howard
Gardner en su libro “Dirigiendo Mentes” declara que a menudo muchos de los
líderes que han hecho impacto en la vida perdieron a sus padres en su edad
temprana quedando solos con sus madres o madrastras. De acuerdo a un estudio
más del 60 % de los líderes políticos británicos perdieron uno de sus padres en
su niñez y la mayoría de ellos perdieron a su padre y fueron levantados por sus
madres.
Abraham
Lincoln por ejemplo tuvo una relación excepcional con su madrastra pero se
sintió muy lejos de su padre. Recibió de su madrastra el ánimo, el apoyo y la
seguridad que necesitaba, incluso Abraham Lincoln rehusó asistir al funeral de
su padre.
Franklin
Rossevelt mantuvo una relación muy firme y vital con su madre y ella sembró en
él las semillas del liderazgo.
Sigmund
Freud, Psiquiatra y Líder del Psicoanálisis recibió atención, cuidado y
dirección de su madre mientras que no experimentó los mismos sentimientos con
su padre. Él mismo luego escribió en su libro Interpretación de los Sueños, lo
siguiente: “ Yo he encontrado que las personas quienes se sintieron preferidos
o favorecidos por sus madres dieron evidencia en sus vidas de una
autorrealización y un optimismo inconmovible que se expresa en atributos
heroicos y profundo éxito en sus vidas”.
Muchas
veces creemos que las crisis de la vida, las circunstancias adversas nos
detienen en el desarrollo de la vida.
Cuantas
mujeres se han detenido en su camino creyendo que al quedar solas con sus
hijos, ya no pueden levantar una generación de Victoria.
Muchos
líderes que han impactado la vidas de miles y cambiado el destino de naciones
enteras, experimentaron pérdidas humanas significativas en sus vidas.
Mohandas
Gandhi perdió a su padre en plena adolescencia. A la edad de nueve años Abraham
Lincoln perdió a su madre natural y a los 19 años su hermanita murió dando a
luz su bebé. El Presidente Teodoro Roosevelt perdió a su padre a los 19 años de
edad y seis años más tarde a su querida madre y su esposa murió el mismo día.
Jefferson perdió a su padre a los 14 años. El Padre del Marqués de Lafayette
fue asesinado cuando Lafayette tenía dos años. George Washington perdió a su
padre a los 11 años.
Muchos se
han preguntado, por qué en medio de estas pérdidas ellos se levantaron como
líderes?
Hay muchas
razones sin duda, pero creo que las siguientes fueron determinantes y las
presento acá para decirte mujer y madre soltera que la esperanza no se ha
perdido.
1.- Muchos
de estos personajes que perdieron sus padres a temprana edad entendieron por
experiencia propia que la vida es corta y que no había mucho tiempo que perder
y con la ayuda de sus madres se vieron así mismos como personas que podían
hacer una diferencia en la tierra al entender la brevedad de la vida.
2- Muchos
de estos líderes recobraron en medio de las crisis una energía que sobrepasó a
la persona promedio de la vida y creo que esa energía la aprendieron, la vieron
y les fue traspasada por sus madres quienes no se amilanaron frente a las
situaciones adversas de la vida.
Mi
experiencia personal la revivo ahora cuando siendo un niño de unos 8 años de
edad experimenté el quebranto de relaciones entre mis padres. Mi padre formó un
nuevo hogar. Quedamos los tres últimos de la familia con mi madre. Y una de las
cosas que me impactó de ella, es que jamás la vi frustrada, desajustada, ni
resentida. No la escuche nunca quejarse ni lamentarse, la vi levantarse de las
cenizas, sacudirse sus vestiduras, y tomarnos a los tres que quedamos cerca de
ella.
Nos trasmitió
seguridad en medio del valle del dolor, nos enseñó las mejores clases de
perdón, nunca habló mal de mi padre y nos sembró las semillas del liderazgo,
porque liderazgo es dolor y quebranto, Liderazgo es soledad y traición,
Liderazgo es levantarnos del polvo de la tierra y mirar el futuro con
esperanza, porque “aunque mi padre y mi madre me dejaren con todo el Señor me
recogerá” Salmo 27:10.
3.- Muchos
de los Líderes que han hecho impacto en la vida crecieron en hogares que
tuvieron una fuerte ética del trabajo y donde aprendieron de sus madres altos
valores morales.
4.- Muchos
de estos líderes vieron en sus madres el temor y respeto a Dios. Confianza en
el Todopoderoso y a menudo las encontraron de rodillas hablando con Dios y
diciéndole a él sus dolores, sin contaminar el corazón de sus hijos por sus
desventuras,
5.- La
Mayoría de esos líderes aprendieron de sus madres el valor de la Lectura de
buenos Libros. No tuvieron un padre que los enseñara, pero tuvieron muchos
padres a través de libros que los formaron.
La Casa de
Teodoro Roosevelt fue un lugar de continuo aprendizaje a través de los libros.
Abraham Lincoln rara vez fue encontrado sin un libro en la mano. Harry Trumman
dijo que su casa nunca fue aburrida, porque era una casa llena de libros.
Madres
solteras con visión de futuro no distraen a sus hijos entregándoles por horas a
la Televisión sino que cultivan el valor de la lectura. No dejan a sus hijos
sin sembrar valores, porque ellas quieren cosechar buenos frutos. No dejan a
sus hijos correr solos en el vecindario porque ellas saben que el tiempo es
corto y se invierten en esos pequeños para que ellos un día cambien
comunidades, familias, iglesias, sociedades y naciones.
Levanta tu
mirada madre soltera y entiende que no estás sola. Dios está a tu lado y él te
sostendrá con la diestra de su justicia.
Con amor
Dr. Serafín
Contreras Galeano.
Fuentes: Renuevo de Plenitud
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