Mi amigo
J.E. estaba haciendo unos trabajos de ingeniería en la región sur del país,
razón por la cual había estado alejado de su esposa e hijos durante algún
tiempo. Y entonces se presentó la ocasión.
“Ingeniero”,
le dijo una muchacha muy atractiva a quien conoció en una cena, “yo he notado
que usted está muy solo... ¿no le gustaría un poco de compañía esta noche...?”
J.E. vaciló
un poco antes de responder, a lo que la muchacha insistió: “¿Qué le pasa,
ingeniero, es que usted no tiene coraje...?”
“Si”,
contestó entonces J.E., “lo que pasa es que mi coraje está comprometido...”.
¿Cuál es la
razón de haber compartido con usted este relato? ¿Qué relación tiene con el evangelio de
hoy? (Marcos 1,21-28)
En este
evangelio aparece el Señor Jesús manifestando su autoridad, sobre los poderes
de este mundo que esclavizan a la gente.
Aparece un
hombre “poseído por un espíritu inmundo”. (Marcos 1,23).
El Señor le
ordena: “¡Sal de él!”, y libera a aquel pobre hombre de la esclavitud a la que
estaba sometido, devolviéndole la paz y la libertad.
¿Acaso hay
personas hoy con la necesidad de ser liberadas de “espíritus inmundos” que los
esclavizan? ¡Claro que sí! ¿Cuántos hombres no están dominados por el demonio
de la lascivia? ¿Cuántos son capaces de reaccionar como lo hizo el Ing. J.E.?
¿Acaso un hombre que rechaza el ofrecimiento de una mujer atractiva no es
tildado de ridículo, de falta de coraje y de masculinidad...?
Pero J.E.
declaró que su coraje estaba comprometido con un hombre llamado Jesucristo, que
fue quien lo liberó.
Pero hay
muchos otros demonios dominando el mundo actual.
El demonio
de la soberbia del poder está poniendo a los hombres a matarse unos a otros de
la manera más ilógica, inhumana, irracional. El hombre dominado por este
demonio no puede perdonar y “solo podrá producirse la paz cuando haya perdón y
justicia”, dijo Juan Pablo II
¿Y qué cree
usted del demonio de la necesidad de ser importante? Los esclavizados por este
no pueden sentirse bien si no se les halaga, si no les elogian. La influencia y
presencia del demonio en el mundo y la influencia actual: enemistad,
asesinatos, abusos de poder y guerra, son algunos y ejemplos.
Nuestro
querido intelectual Federico Henríquez Gratereaux afirma tristemente:
“En nuestra
época los niños están “expuestos” a contraer cualquier enfermedad de conducta.
Viven en una “atmósfera contaminada”. Sexualidad, negocios y política transitan
por el mundo entero en el mismo furgón”
¿Quiere
usted mejor muestra para descubrir presente al demonio...? ¡El príncipe de la
mentira, de la división y del miedo nos está confundiendo!
La pregunta de hoy
¿PUEDE
JESUCRISTO LIBERARME DEL MIEDO?
El miedo,
disfrazado de tristeza, desaliento, depresión, y otros muchos nombres, es uno
de los grandes enemigos de nuestra felicidad, y, por ende, de Jesucristo el
Señor.
Ante Su
autoridad, el miedo se resiste, tiembla y se desvanece.
Si usted y
yo dejamos que su Palabra, y sobre todo su Persona, adquieran autoridad sobre
nuestro corazón y nuestra vida, experimentaremos que efectivamente su autoridad
nos hace libres.
Una persona
solo puede vivir de acuerdo con su propia dignidad, cuando encuentra la
verdadera libertad en la autoridad de Jesucristo, habiendo sido liberado de
todas las “autoridades” que lo esclavizan.
Luis García
Dubus | Santo Domingo | Listin Diario
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