Lectura: Éxodo 4:1-5.
Si
tiendes a desesperar por las oportunidades perdidas o si te preocupa el
futuro, pregúntate esto: «¿Qué tengo delante de mí?». En otras
palabras, ¿de qué circunstancias o relaciones interpersonales dispones
en este momento? Esta pregunta puede quitar tu mente del pasado o de un
futuro atemorizante y enfocarla en lo que Dios puede hacer en tu vida.
Se
asemeja a lo que Dios le preguntó a Moisés en la zarza ardiente. Este
hombre estaba preocupado, y al ser consciente de su propia debilidad,
expresó su temor en cuanto al llamado del Señor para que liberara al
pueblo de Israel de la esclavitud. Entonces, el Señor simplemente le
preguntó: «¿Qué es eso que tienes en tu mano?» (Éxodo 4:2).
Dios hizo que Moisés dejara de preocuparse particularmente por el
futuro y le sugirió que observara lo que tenía justo delante de él: la
vara de un pastor. El Señor le mostró que podría usar esa simple caña
para realizar milagros, como una señal para las personas incrédulas. A
medida que crecía la confianza de Moisés en Dios, así también aumentaba
la magnitud de las maravillas que el Señor hacía por medio de Su siervo.
¿Piensas
demasiado en los fracasos del pasado? Recuerda la pregunta del Señor:
«¿Qué es eso que tienes en tu mano?». ¿Qué circunstancias y vínculos
presentes puede Él utilizar para tu beneficio y para Su gloria? Coloca
estas cosas —y tu vida— en manos de Dios.
Reflexión: No puedes cambiar el pasado, pero arruinarás el presente si te preocupas por el futuro.
Fuentes: Nuestro Pan Diario
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