Por tanto,
tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y
habiendo acabado todo, estar firmes.
La
inseguridad social es un problema que se agiganta en el mundo moderno. Cada vez
son más los reclamos de la gente sobre la necesidad de tomar severas medidas
para refrenar la ola de atentados, atracos, delitos, asesinatos, que suceden a
cada instante en nuestras ciudades.
La
inseguridad es un estado patético donde uno nunca sabe si volverá sano y salvo
al hogar. Vivimos en un mundo inseguro donde la gente ha tomado la decisión de
armarse para defenderse. El negocio de las armas factura cada año millones y
millones de dólares en ganancias. Como cristianos también debemos armarnos,
pero no con las armas de fuego tradicionales sino con las armas espirituales
que son mucho más poderosas y efectivas.
La Biblia
enseña que este mundo presente vive bajo el control del diablo destructor y
violento. La única manera de caminar y vivir confiados es estar armados
espiritualmente para poder resistir ese espíritu de inseguridad y violencia que
nos rodea. A nadie jamás se le ocurriría salir de su casa desvestido pero
pareciera que a veces salimos vestidos físicamente pero no espiritualmente.
Antes de
salir cada mañana para emprender el camino a su trabajo ¿Se ha vestido del
ropaje celestial protector contra las fuerzas de maldad? Si nunca lo ha hecho
mire a su alrededor. Eso le hará recordar que en este mundo inseguro la única
seguridad proviene del Señor. ¡A vestirse, entonces, con las ropas
celestiales de protección!
Oración:
Gracias por las ropas protectoras espirituales que Tú has creado para mí.
Decido en este día empezar a vestirme espiritualmente y luego a vestirme
físicamente antes de salir a la calle. Gracias por tu ayuda y por guardarme en
medio de esta sociedad insegura. ¡Tú
eres mi verdadera seguridad!. ¡Te alabo Jesús!
(El Versículo del Día)
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