LEA: Josué
4:1-6, 20-24 | Hace poco, me di cuenta de que todas las
fotos y los recuerdos que tengo en mi oficina representan el pasado. Pensé en
guardarlos, pero después me pregunté si esas personas, lugares y sucesos
podrían servir para algo, aparte de generar nostalgia. Para no atascarme en el
ayer de la vida, tenía que descubrir la importancia de todo eso para el hoy y
el mañana.
Cuando el
pueblo de Dios cruzó el Jordán para entrar en la tierra prometida, el Señor le
dijo a Josué, el líder, que escogiera doce hombres para que cada uno tomara una
piedra del medio del río y la llevara al campamento esa noche (Josué 4:1-5).
Josué las colocó como un memorial para que, cuando las generaciones futuras
preguntaran qué significaban, sus antepasados les contaran sobre la fidelidad
de Dios al detener el agua mientras ellos cruzaban (vv. 6-7).
Como
cristianos, es bueno que tengamos pruebas tangibles de la ayuda de Dios en el
pasado. Esos recordatorios traen a la mente que su fidelidad continúa hasta hoy
y que podemos seguirlo con confianza en el futuro. Nuestras «piedras» también
pueden ayudar a otros a saber que la mano de Dios es poderosa, ya que nos
estimulan para que temamos al Señor siempre (v. 24).
Los
recordatorios de las obras del Señor a nuestro favor pueden convertirse en
ladrillos para construir el hoy y el mañana.
Los
preciosos recuerdos del ayer pueden fortalecer nuestra fe hoy y mañana.
(Nuestro
Pan diario)
you are invited to follow my blog
ResponderBorrar