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SALMO 119.17-24 | ¿Cómo describiría usted la voluntad de Dios?
¿La llamaría…
Fantasía
(“No creo que Dios tenga un plan para áreas específicas de mi vida”)?
Misterio
(“Dios tiene un plan, pero es tan difícil de entenderlo”)?
Biografía
(“Sé que la Biblia dice quién es Dios y cuáles son sus planes, pero a veces me
siento confundido”)?
Veamos
algunas de las causas que pueden impedir que entendamos sus planes.
• El manejo incorrecto de la Palabra de Dios. Cuando nuestros días están repletos
de compromisos y actividades, nos resulta difícil alimentarnos regularmente de
la Biblia. Si no dedicamos suficiente tiempo a la Palabra de Dios, tendemos a
olvidar lo que le importa a Él, mezclar las mentiras del mundo con la verdad
del Padre, utilizar incorrectamente las Escrituras para reforzar las decisiones
que ya hayamos tomado. O bien, rechazarla y hacer las cosas a nuestra manera.
• Escoger consejeros equivocados. A la hora de tomar decisiones, a
veces confiamos demasiado en las opiniones de otras personas. Creemos que la
manera más fácil y rápida de obtener respuestas, es pedirlas a amigos
cristianos o a no creyentes que parecen ser “sabios”. Es decir, utilizamos el
estilo de vida de nuestros amigos como una medida para discernir la voluntad de
Dios: decidimos que si ellos pueden actuar de una manera determinada, nosotros
también podremos hacerlo.
La mejor
manera de no errar en cuanto a la voluntad de Dios, es hacer de la Biblia
nuestra compañera diaria. Alístese para dedicar tiempo a su lectura, y para
escuchar lo que le enseñe el Espíritu Santo sobre la voluntad de Dios para su
vida.
(En
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