Lo ideal
sería que cada uno de nosotros diariamente habláramos con Dios, mantuviéramos
una relación intima con El, una comunicación fluida.
Pero ocurre
que a veces esa comunicación fluida se convierte en algo monótono, en algo que
hacemos por costumbre y nos olvidamos de disfrutar esos momentos y de sentirlos
a plenitud.
Hace dos
días mientras viajaba hacia mi casa en mi vehículo, tuve una de esas
experiencias únicas con Dios. De pronto comencé a hablar con Él, pero de una
forma diferente, era mi corazón hablando, expresando lo que en ese momento
sentía, siendo muy sincero y hablando de una forma que no era la normal.
De pronto,
pude sentir una presencia hermosa de su Santo Espíritu que inundaba mi
vehículo, las palabras de mi boca fluían cada vez con mayor sinceridad, sin
duda era MI CORAZÓN HABLANDO.
El camino
hacia mi casa, se hizo corto, pues no sentí el tiempo y puedo dar testimonio
que después de ese momento todo mi panorama cambio, todo mi ser sintió una paz
increíble y que realmente necesitaba.
En ese
momento comprendí que a veces hay que hablar con el corazón, hay que dejar a un
lado aquellas oraciones mecánicas y ya bien formuladas y darle rienda a lo que
nuestro corazón tiene que decirle al Señor, porque cuando es el corazón el que
habla, cada palabra que sale es sincera y si hay algo que le gusta a Dios es la
sinceridad.
Quizá los
últimos días te has sentido cargado por algo, quizá hay alguna situación que
está causando que desvíes tu mirada del Señor, a lo mejor hay algo que esta
robándote la paz, entonces es un bueno momento para HABLAR CON EL CORAZÓN.
No importa
el lugar que sea, tú puedes expresarle a Dios lo que realmente tu corazón
siente, no tienes que buscar palabras de diccionario para hablar con Él, no
tienes que inventar una oración mecánica, simplemente DEJA QUE TU CORAZÓN
HABLE.
Ve a un
lugar, tu solo con el Señor y deja fluir lo que tu corazón tiene que decirle al
Señor, estoy seguro que El inclinara su oído a tus palabras e inundara toda tu
vida de una paz que sobrepasara tu entendimiento.
Solo
asegúrate de ser lo más sincero posible y sobre todo: DEJA QUE TU CORAZÓN
HABLE.
Estoy
seguro que si lo haces tendrás una experiencia única y con la cual todo tu
panorama cambiara, porque a veces es necesario salir de la rutina para tener
esos hermosos encuentros con el Señor.
Este día:
“Habla con el Corazón”
“Dios bendice a los que tienen un corazón puro,
pues ellos verán a Dios”. Mateo 5:8
(Traducción en lenguaje actual)
Autor: Enrique Monterroza
Para Enrique Monterroza., Devocional Diario y Destello
de su gloria
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