Alguna vez
te has preguntado ¿Por qué Dios no me da todo lo que le pido?, la respuesta es
muy sencilla y sin rodeos: Porque fuera un mal Padre si te diera todo lo que pides.
Algunos
creemos que ser un buen padre es darle a nuestros hijos todo lo que piden y
lastimosamente lo que no nos damos cuenta es que estamos dañándolos y
acostumbrándolos a recibir las cosas tan fácil como pedirlo.
Un
excelente padre no es aquel que le da a su hijo todo lo que pide, sino más bien
es aquel que le da a su hijo LO QUE NECESITA.
Hace más de
once años cuando comencé en el evangelio con tan solo dieciséis años escuche
que si le pedía cualquier cosa a Dios el me la daría, es por esa razón que
comencé a pedir un auto último modelo, ore mucho, ayune, pero no vi respuesta.
Por un momento dude sobre el poder de Dios para responder a lo que le pedía,
pero realmente está pidiendo algo que no necesitaba y que Dios como excelente
Padre no me daría.
Y es que
nuestro capricho nos puede llevar muchas veces a malinterpretar la voluntad de
Dios cuando no nos da lo que pedimos. Y es que tenemos que entender que Dios no
tiene obligación alguna a darnos todo lo que pedimos, si no que El examina
nuestras peticiones, evalúa las necesidades, hace sus proyecciones y el
resultado de todo eso es la respuesta que da, ya sea positiva o negativa, o
muchas veces muy diferente a lo que nosotros creímos.
Muchas
veces caemos en el error de pensar que Dios es un genio de una lámpara mágica
que solo se necesita pedir un deseo para que este sea cumplido, y la verdad es
que Dios no es ningún genio de lámpara, ni mucho menos cumplirá cualquier
capricho nuestro, el tiene unos requisitos que tu petición tiene que cumplir para
que sea acepta y una de ellas y la más importante es: QUE TIENEN QUE SER SEGÚN
SU VOLUNTAD Y NO LA NUESTRA.
Quizá a
estas alturas tu digas: “¿Pero porque si yo le pedí algo que se que es su
voluntad, porque no me lo ha dado aun?”. La pregunta es muy valedera, pero
también debemos de recordar que Dios no piensa como nosotros pensamos, que El
no evalúa como nosotros evaluamos, que nuestra mente finita jamás alcanzar a
comprender a totalidad las formas de actuar de Dios y por lo tanto no podemos
encajonarlo, al “¿por qué?”.
Pero de lo
que si debemos estar seguro y no dudar ni un momento es que su voluntad es
PERFECTA, que El no se equivoca y que jamás nos quedara mal. Pero eso solo se
logra no midiendo a Dios desde una perspectiva humana, sino activando lo que la
Biblia llama FE, la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se
ve.
Quizá hasta
hoy en día no has recibido lo que tanto has pedido a Dios y en algún momento
has dudado de poderlo recibir o quizás hasta has murmurado del porque no has
recibido respuesta, pero en este momento tienes que comprender que Dios tiene
todo bajo control, que aun cuando tu mente se rehúsa a creer, tu espíritu tiene
que estar confiando en el Señor, y si la respuesta no es como tú la pintabas o
como la anhelabas, no te preocupes, Dios sabe muy bien lo que hace.
Lo que
ahora te parece incomprensible, dentro de un tiempo va a ser tan claro que
jamás volverás a dudar de la Perfecta Voluntad de Dios. Y es que Dios es un
excelente Padre y por esa razón muchas veces no te puede dar todo lo que pides,
no porque no tenga el poder para dártelo, sino porque tienes que aprender a
saber esperar, a ganarte ciertas cosas y sobre todo a confiar en su respuesta,
sea cuando sea.
Muchos de
nosotros estamos matriculados en la escuela del esperar una respuesta a nuestra
petición, pero te puedo asegurar que cuando nos graduemos obtendremos una
respuesta tan PERFECTA como jamás nunca paso por nuestra mente que seria.
Dios no te
da todo lo que pides porque es un Padre Perfecto, por lo tanto sus respuestas
siempre serán Perfectas.
Santiago
4:3 “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”.
Autor:
Enrique Monterroza
Escrito
para Devocional Diario
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