jueves, 23 de mayo de 2013

Pastor destacado



 LEA: Ezequiel 34:11-16   |   En Idaho, Estados Unidos, los pastores trasladan sus rebaños de las llanuras a las montañas durante la primavera. Miles de ovejas suben por los senderos para llegar a tierras elevadas donde pastarán en el verano.

 La semana pasada, mi esposa y yo nos topamos con uno de esos rebaños. Las ovejas estaban recostadas en una pradera junto a un arroyo tranquilo; una escena pintoresca que evocaba el Salmo 23.

Pero ¿dónde estaba el pastor? Las ovejas parecían estar solas, hasta que algunas se separaron del resto y empezaron a alejarse hacia un barranco lejano. Entonces, oímos un agudo silbido desde arriba. Levantamos la vista y vimos que el pastor estaba sentado en una colina desde donde vigilaba su rebaño. Un perro montañés y dos collies de pastoreo estaban a su lado. Ante la señal del pastor, los animales se lanzaron a toda velocidad por la ladera y arrearon las ovejas descarriadas de regreso al rebaño.

Del mismo modo, el buen Pastor está vigilándote. Aunque no puedas verlo, ¡Él te ve a ti! Sabe tu nombre y conoce todo acerca de tu vida. Eres la oveja de su pastura (Ezequiel 34:31). Dios promete reconocer sus ovejas, apacentarlas en buenos pastos y vendar las perniquebradas (vv. 12, 14, 16).

Puedes confiar en que el Señor está alerta para cuidarte.

El Cordero que murió para salvarnos es el Pastor que vive para cuidarnos.

(Nuestro Pan Diario)

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