Leer |
Proverbios 3.5-12 | Dios nos creó con la necesidad de saber que nuestra
presencia en este mundo cuenta; y tal necesidad solo la podemos satisfacer por
medio de su Hijo Jesucristo.
Por lo
tanto, debemos confiar en Él y darle el control sobre nuestras familias,
finanzas, empleos y todo lo demás. El pasaje de hoy enfatiza lo esencial que es
la confianza para una vida fructífera y nos advierte que no seamos sabios en
nuestra propia opinión, ni nos apoyemos en nuestra propia prudencia (3.5, 7).
Es normal
que a la hora de tomar una decisión tengamos el impulso de recaudar información
y elegir la respuesta que parece correcta. Sin embargo, a diferencia de
nosotros, Dios conoce cada uno de los detalles, “ve” los corazones y detecta
cada pensamiento; ningún aspecto de nuestra vida le es inadvertido (1 Cr 28.9;
Sal 11.4). Es por eso que solamente Él conoce cuál es la mejor decisión que
debemos tomar para cada situación.
La vida
abundante implica también reconocer al Señor en todo lo que hagamos. Hablar de
Él es apenas una parte de lo que significa darle reconocimiento. Como hijos
suyos, debemos tener un gran parecido con nuestro Padre celestial —en
pensamientos, actitudes y acciones. Nuestras prioridades deben reflejar las de
Él, y nuestros planes corresponder con sus propósitos.
La vida se
vuelve fructífera cuando nos rendimos al Señor y hacemos su voluntad. Al
permitir que su Espíritu viva en nosotros (Gá 2.20), descubriremos que nuestra
vida es importante y nos sentiremos satisfechos en cuanto a ella.
(En
Contacto)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.