LEA:
Efesios 5:15-21 | Las interrupciones no son nada nuevo, y es raro que pase un
día tal como lo hemos planeado.
La vida
está llena de inconvenientes. Fuerzas más allá de nuestro control frustran
permanentemente nuestros planes. La lista es larga y variable: enfermedad,
conflicto, embotellamientos de tránsito, olvidos, artefactos que se rompen,
rudeza, pereza, impaciencia, incompetencia.
No
obstante, lo que no podemos ver es el otro lado de los inconvenientes. Pensamos
que el único propósito es desanimarnos, dificultarnos la vida y estropear
nuestros planes, pero podrían ser una forma de protección divina frente a
peligros ocultos o una oportunidad para demostrar la gracia y el perdón de
Dios. Tal vez sean el comienzo de algo aun mejor de lo planeado o una prueba
para ver nuestra reacción ante la adversidad. En cualquier caso, aunque no
veamos la razón del Señor, podemos estar seguros de su objetivo: hacernos más
como Jesús y extender su reino en la Tierra.
Sería un
error decir que los seguidores de Dios a lo largo de la historia han «padecido
inconvenientes», ya que el Señor tenía un propósito. Al saberlo, podemos darle
gracias y confiar en que está dándonos una oportunidad de redimir el tiempo
(Efesios 5:16, 20).
Lo que nos
sucede a nosotros no se compara con lo que Dios hace en y a través de nuestra
vida.
(Nuestro
Pan Diario)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.