Hace como
dos meses estaba mirando una película con mi esposa, “midnight in Paris”, media
noche en Paris y durante le película el personaje principal se encontraba yendo
de una época a otra.
El
protagonista era un escritor y estaba escribiendo una novela o una historia si
mal no recuerdo; al salir este a pasear en la ciudad, llego la media noche y
sonó la campana del reloj y la época cambiaron.
Llegó un
carro del 1910 y lo recogió y se lo llevo a un determinado lugar, donde
solamente encontró personaje de la historia que él había leído, era fabuloso
para él, era encantador.
Después de
este acontecimiento el llegaba toda la noche a ese lugar, para esperar la
media noche, que suene el reloj,
montarse en el carro e irse a ese encantador lugar; y solamente era el lugar,
sino la época, era todo lo que le rodeaba que cambiaba.
Allí él
compartía con una mujer, que se enamoro de ella al punto que perdió la novia
que tenia para casarse.
Durante un
compartir con esta mujer, ella lo llevo
cerca de un lago para mostrarle algo y cuando llego la media noche sonó el
reloj y llego un carruaje, recogió y llevo a la época de 1810; él comenzó a
reclamarle acerca de su época y de los personajes de su época y ella le decía
que el 1810 es una época maravillosa, al punto que ella decidió quedarse en esa
época.
Este hombre
después de perder su novia, y de también perder aquella mujer en 1810, se
dio cuenta que la época que le tocó
vivir a él ,tiene también sus maravillas, tiene también sus encantos, es
fabulosa ; él decidió volver a su época
y vivir su época a plenitud.
Muchos de
nosotros nos encontramos viviendo una doble vida, estamos viviendo la vida de
nuestros abuelos, estamos pensando como pensaban nuestros padres, nuestros
abuelos, caminamos, respiramos y nos movemos como ellos.
Llegamos al
punto de pensar que todas las enfermedades de nuestros antepasados, la vamos
nosotros a heredar; mis abuelos, mis bisabuelos, mis tatarabuelos, murieron de
un ataque al corazón y por ende también yo voy a morir del corazón.
Basta ya,
es suficiente, cambiemos nuestra forma de pensar, nuestra forma de ver la cosa,
empecemos a disfrutar lo que tenemos ahora; Joyce Meyer dice que debemos disfrutar la vida en el
lugar o la época que estamos caminos a donde vamos.
Disfrute
sus hijos, disfrute su esposa, disfrute su hogar, disfrute su suegro, su
comida, sus éxitos, sus fracasos, sus derrotas,
sus caída, su levantada; disfrute todo lo que la vida le da ahora,
regocíjese.
“Pues si
vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que,
sea que vivamos o que muramos, somos del Señor”. Romanos 14:8
Félix Abreu
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