ABC | El
Vaticano está valorando las explicaciones dadas por el obispo de
Merlo-Moreno, en el área metropolitana de Buenos Aires, a raíz de la
difusión televisiva de media docena de fotos en las que se le ve
bañándose con una mujer en una playa turística de México. El caso
levantó gran revuelo en Argentina el martes hasta que el interesado
explicó, a última hora del día, su versión de los hechos.
Fernando María
Bargalló, de 57 años, asegura que la actitud amistosa de las fotos
responde a que se trata de «una amiga de la infancia» con cuya familia
mantiene «vínculos de fuerte amistad desde toda la vida». Pero también
reconoce que su gesto ha sido una «imprudencia» y «puede dar lugar a lo
que no fue, a malas interpretaciones».
Según medios
argentinos, el prelado visitó el martes al nuncio en Buenos Aires, el
suizo Emil Paul Tscherring, a quien transmitió explicaciones para el
Papa. El posible expediente disciplinario de monseñor Bargalló será
instruido por la Congregación para la Doctrina de la Fe, conjuntamente
con la Congregación para los Obispos.
En un comunicado
escrito que leyó personalmente para la televisión a la puerta de su
residencia, el prelado argentino pidió «perdón de todo corazón si este
hecho ha provocado o pudiera provocar algún tipo de daño». Al mismo
tiempo reiteró su «compromiso total con Dios y con la Iglesia en la
misión que me ha encomendado en esta querida diócesis de Merlo-Moreno y
en las demás responsabilidades al servicio de mis hermanos». En tono
arrepentido, el obispo manifestó sentir «profundamente mi sacerdocio y
la entrega al Señor Jesús, y en ella deseo perseverar hasta el fin».
La Iglesia católica
cuenta con unos 5.200 obispos en todo el mundo. Se trata de un número
elevado, lo cual da lugar a comportamientos inadecuados y a sanciones
serias todos los años.
El pasado mes de
enero, el Vaticano anuncio la dimisión anticipada del obispo auxiliar de
Los Ángeles, Gabino Zavala, al descubrirse que era padre de dos hijos.
Hace dos semanas dimitió también por anticipado, a instancias de la
Santa Sede, el obispo auxiliar de Camberra, Pat Power, conocido por sus
posiciones liberales.
El Vaticano procede
también de vez en cuando a la destitución, como la del obispo de
Trapani, Francesco Micciché, el pasado 19 de mayo, por serio desorden
económico. Otros comportamientos más graves llevan a la expulsión del
estado clerical, lo cual supone dejar de ser obispo y también de ser
sacerdote, como le sucedió el pasado mes de mayo al canadiense Raymond
Lahey, sorprendido con pornografía infantil en su ordenador cuando era
obispo de la pequeña diócesis de Antigonish.
En la última década
han sido también motivo de cese de obispos comportamientos gravemente
inadecuados como, por ejemplo, no prestar ayuda después de un accidente
de trafico o beber más de la cuenta en algunas ocasiones.
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