jueves, 14 de junio de 2012

LA MASTURBACIÓN INFANTIL


  
DEFINIENDO LA MASTURBACION : Si hay una pregunta que se repiten con frecuencia decenas de padres es sobre la masturbación. Se abordará el tema de la masturbación a lo largo de la vida evolutiva del ser humano, con la finalidad de llegar a algunas conclusiones que puedan servirnos para la educación sexual.


Cuando a algunos padres se les habla de dicho tema, la primera y única pregunta que realizan es si la masturbación es pecado o no. Sorprende ver el poco interés de saber qué significa la masturbación y de cómo podemos ayudar a superar esta práctica.

La palabra masturbación viene del latín « manu stupratio» que significa: «seducción por la mano».

Podemos definir la masturbación como la búsqueda solitaria del placer sexual, sin la necesidad de objeto sexual externo. Esta búsqueda de placer se puede dar utilizando cualquier medio: manual, o instrumental.

En la infancia lo primero que le sucede al niño es descubrir que su cuerpo será la fuente de placer y del descubrimiento del placer, a esto lo llamamos «autoerotismo»; es normal y absolutamente universal.

La relación objetar está representada por el propio cuerpo infantil, la elección de objeto decimos es «autoerótica».

El SENTIDO MASTURBATORIO EN LAS DISTINTAS ETAPAS DE LA VIDA

Podemos hacer un recorrido a lo largo de tres etapas, analizando las fuerzas psicológicas que provocan las características y fantasías masturbatorias.

La masturbación excesiva e hiperfrecuente tiene siempre un carácter sintomático, en el sentido que la masturbación siempre expresa una situación conflictiva que el niño está pasando.

Al considerar la masturbación es importante tener en cuenta que el impulso sexual se encuentra presente desde el nacimiento hasta la muerte.

Nosotros no desarrollaremos la masturbación en la adolescencia ni juventud porque nos hemos limitado a la etapa infantil. Miremos qué significa detenidamente:

1. Fase Motora (2-3 años)

El niño, al tocarse, siente placer, placer por la descarga de excitación sexual obtenida por la manipulación de los órganos genitales. Otto Fenichel la definió como «el acto de jugar con los órganos genitales para obtener placer». Freud descubrió que la vida sexual humana no comienza con la elección de un objeto heterosexual, sino sobre el propio cuerpo; placer que en un primer momento tendría primacía en diversas zonas extra genitales y luego genitales.

Para el niño no existe «el problema de la masturbación», sino solamente en los adultos que no pueden aceptar esta normal búsqueda de placer.

Debemos afirmar que la masturbación va cobrando diferentes significados a medida que la vida avanza.

El niño viene al mundo con la necesidad de que le amen y le acaricien, todo su cuerpo clama por ser acariciado y tocado.

Estamos en los 2-3 años aproximadamente. El niño expresará la necesidad de exploración corporal para poder ir integrando su esquema corporal, entrando así en contacto con su mundo corporal, el cual irá descubriendo y encontrando uno de los placeres más satisfactorios que el ser humano puede experimentar: el placer corporal que ciertas zonas le provocan.

Freud consideró a la succión como la primera «succión placentera». La boca y los labios se consideran una enorme fuente de placer. Lo mismo que cuando toca lo que la rodea.

Con el objetivo de satisfacer esa necesidad descubre este otro placer erótico. Así luego el niño buscará este placer por sí mismo separado de su función fisiológica.

La búsqueda de placer consiste en frotamientos, con ayuda de la mano, presión ejercida por los muslos, frotamiento con objetos, etc. El niño puede accidentalmente introducirse los juguetes entre las piernas, percibiendo una sensación agradable mientras juega.

En el instituto Kinsey se han observado a niños masturbarse hasta alcanzar una sensación orgásmica igual a la del adulto (sin eyaculación obviamente), sus movimientos rítmicos, mirada vidriosa, «ausencias» y agitaciones. Una vez alcanzado el orgasmo se reducía la erección y los niños se sumían en un estado tranquilo y sosegado.

Obviamente que no todos los niños que se masturban alcanzan el punto orgásmico. El niño descubre sus órganos genitales para reconocer su cuerpo y para obtener placer.

El hecho de que los padres censuren esta necesidad «normal» de integración corporal hará que el niño no complete su esquema corporal. Quedará su cuerpo «incompleto», quedando parte de sus miembros por un lado y sus genitales «sucios», «feos», «peligrosos», «malos», etc., por el otro. Quedará de «la cintura para arriba y de la cintura para abajo». Esto, creo, explica muchos conflictos psicocorporales que muchos adolecen, sujetos que sienten sus manos, su cabeza, sus hombros, pero no «lo otro», «aquello», manifestándose esta división.

Dice Sarnoff que todo niño tiene que desarrollar algunas características para la salud sexual emocional; el niño tiene que aprender el valor de una imagen positiva de su cuerpo y de sus capacidades, esto le permitirá estar en condiciones de amar y ser amado por los demás.

2. Fase edípica (4 a 6 años)

En esta etapa, el niño percibe mucho más las sensaciones de placer que le da tocarse las partes de su cuerpo. El simple contacto genera una gran sensación placentera.

Cuando esto se hace muy, pero muy frecuentemente, lo que indica es la liberación de tensiones que el niño va acumulando.

Los niños aprenden a utilizar las fantasías masturbatorias para librarse de tensiones e inquietudes emocionales vinculadas al crecimiento.

La masturbación compulsiva en esta edad nos habla de que el niño está atravesando por situaciones conflictivas y frustrantes «compulsivamente», es decir, frecuentes. Cada vez que el niño se sienta excesivamente frustrado recurrirá a la masturbación como medio de obtención de placer y búsqueda de descarga de la tensión. Es entonces cuando el niño necesita mucho más apoyo y atención por parte de los padres. Si esto continúa, los padres deben buscar ayuda profesional de un buen psicólogo que los ayude a descubrir qué tipo de tensión hay en la familia que está repercutiendo sobre el niño.

3. Fase de fatencia (7 a 10 años)

El niño intenta compensar todas las frustraciones sufridas en las fases precedentes.

Los niños en estas edades practican la masturbación al ver a otros niños mayores que lo hacen, sintiéndose de esa forma también mayores. El hecho de que sea una etapa principalmente escolar hace que las actividades autoeróticas disminuyan enormemente, con la lógica sublimación hacia la función intelectual y cultural.

LA MASTURBACIÓN DESDE EL PUNTO DE VISTA HISTÓRICO

Debemos tomar conciencia de dónde vienen nuestros fuertes ataques hacia la masturbación.

Algunos escribieron que no sólo era pecaminosa sino que desde la «ciencia» era perjudicial en todo sentido. Para combatir esta enfermedad se crearon jaulas y bragueros que rodeaban la zona genital impidiendo que el paciente se tocara. Existía un clavo de hierro destinado a castigar el pene que se atreviera a erguirse. Otros llevaban a cabo operaciones quirúrgicas donde se extirpaban las partes genitales que podían estimularse con la masturbación: el clítoris, cauterización de la espina dorsal, etc. Por un médico cirujano del hospital St. Johns, una niña de 7 años que se masturbaba y a la que se la consideraba nerviosa, fue sometida a múltiples tratamientos sin efecto positivo. Padeció la colocación de emplastos hasta la intervención quirúrgica del clítoris. Es uno de tantos casos similares...

En 1858 Brown, célebre cirujano londinense, propuso la oblación del clítoris en las pequeñas que se masturbaban.

LA MASTURBACIÓN DESDE EL PUNTO DE VISTA BÍBLICO

No existe en las Escrituras ninguna prohibición directa a la masturbación ni en el Antiguo Testamento ni en el Nuevo Testamento. Es decir, no existe en la Biblia un pasaje que diga «no os masturbéis». También es interesante notar que la palabra «sexo» no aparece ninguna vez en las Escrituras. Sin embargo las interpretaciones exegéticas están cargadas de tradiciones lejanas y cercanas en cuanto a este tema éticamente controvertido.

No voy a entrar en discutir aquí si la masturbación es pecado o no en el adolescente o joven, aquí nos referimos sólo a los niños.

Los niños no se masturban porque son «pecadores» o «tienen fantasías sexuales» sino porque sienten placer y nada más, y porque también descargan tensiones y frustraciones familiares que pueden estar viviendo.

Los chicos se tocan por placer, por aburrimiento o por curiosidad, nunca por perversión. Por esto dejamos bien en claro que no es pecado.

Lo que podemos hacer es sencillamente distraerlo si lo hace mucho, sacando su atención de la masturbación, ya que muchas veces lo hacen por aburrimiento.

Si es muy compulsivo debemos buscar ayuda. Algunos motivos frecuen tes son: crisis, madre sobreprotectora, timidez, miedo al fracaso y miedo a las relaciones afectivas con el sexo contrario.

Si sucede cada tanto no hay necesidad de preocuparse, y debemos saber que no le va a pasar nada desde ningún punto de vista. Podemos hablar paulatinamente con nuestros hijos explicándoles que hay partes de su cuerpo que le dan placer y que no deben tocarse delante de otras personas sino en privado.

Informar por adelantado al niño de cómo funciona su cuerpo, sus zonas genitales, etc., para que no se encuentre con sorpresa alguna. El niño debe saber que existen zonas de su cuerpo, zonas tales como pene, vagina, que son buenas y limpias delante de Dios, al igual que sus manos, ojos... y que todo su cuerpo es creado por Dios.

Recuerde: los niños se tocan por placer, aburrimiento o por curiosidad, no por perversidad.

PREGUNTAS QUE HACEN LOS PADRES

1. ¿Por qué mi hijo se masturba a esta edad?

Los niños aprenden a utilizar los toques masturbatorios para librarse de tensiones e inquietudes emocionales vinculadas al crecimiento.

2. ¿Y si está todo el día tocándose, es porque es un degenerado?

La masturbación compulsiva en esta edad nos habla de que el niño está atravesando por situaciones conflictivas y frustrantes «compulsivamente», es decir, frecuentes. Cada vez que el niño se sienta excesivamente frustrado recurrirá a la masturbación como medio de obtención de placer y búsqueda de descarga de la tensión. Es entonces cuando el niño necesita mucho más apoyo y atención por parte de los padres.

3. ¿Es normal que aparezca el interés por las cosas del colegio y disminuya su masturbación?

El hecho de que sea una etapa principalmente escolar hace que las actividades autoeróticas disminuyan enormemente, con la lógica sublimación hacia la función intelectual y cultural.

4. ¿Trae alguna consecuencia física el masturbarse?

En 1758 un médico francés llamado Tissot, escribió "El onanismo: disertación sobre las enfermedades producidas por la masturbación". Decía que toda actividad sexual era peligrosa para el cuerpo porque agotaba los nervios hasta la locura, y que la masturbación llevaba siempre «al exceso» y que la melancolía, epilepsia, tumores, hemorroides, ceguera, la imbecilidad, eran un preaviso del fuego del infierno. Así nace la «locura por masturbación» llevando finalmente a la muerte. Esta afirmación es totalmente falsa. La masturbación infantil no ocasiona ningún daño para la salud.

5. ¿Entonces mi hijo se toca porque es un degenerado?

NO. Lo diremos hasta el cansancio: Tu hijo se toca por aburrimiento, placer o curiosidad nunca por perversión.

6. A lo largo de la historia se buscó combatir la masturbación, ¿por qué?

El reverendo Sylvester Graham, en 1830, elaboró una harina especial para combatir la lujuria: hoy son los bizcochos que llevan su nombre. En 1898 uno de sus seguidores, John Kellogg, creó un cereal para el desayuno para ayudar a disminuir el deseo sexual: "los famosos copos de maíz".

Otros la veían mala porque constituía un peligro contra la reproducción humana, se creía que de ser permitida la masturbación, los hombres perderían el deseo de casarse y tener hijos.

Nosotros creemos que la masturbación infantil tiene otras características totalmente distintas que la masturbación en la adolescencia y juven tud. Decir que «la masturbación infantil es pecado a los ojos de Dios» es algo totalmente infundado y confundir los distintos significados que tiene la masturbación a lo largo de la edad evolutiva. Los chicos se tocan por placer, por aburrimiento o por curiosiodad, nunca por perversión.

7. ¿Debo decirle a mi hijo que es pecado?

Condenar de pecado sin ayudar a quien sufre sería tomar la misma postura que tomaron los tres amigos de Job.

Debes dar una correcta y amplia información y educación sexual, ya que «no debemos avergonzarnos en hablar de lo que Dios no se ha avergonzado en crear».

Si tu hijo se masturba frecuentemente es porque está buscando placer; mira si no hay problemas matrimoniales, o exigencias por parte de ustedes, o peleas: busca resolver éstas.

Investigar sobre las posibles frustraciones cuando la práctica es compulsiva, ya que está buscando una satisfacción compensatoria (crisis, madre sobreprotectora, timidez, miedo al fracaso y miedo a las relaciones afectivas con el sexo contrario son las causas que más hemos observado en adolescentes con practicas compulsivas).

8. ¿Si se masturba ocasionalmente, debo dejarlo?

Lo mejor es distraerlo o dejarlo, nunca cargarlo o castigarlo. Sólo está explorando su cuerpo, y allí descubre que tiene placer.

La masturbación infantil no ocasiona ningún daño para la salud; debemos como padres saber acompañar ese proceso y saber los sentidos que tiene dicha práctica.

9. ¿Y si toca a otros chicos?

Decirle que no lo haga. No debe tocar a nadie ni dejarse tocar. Hágalo en paz y con tranquilidad, la educación sexual debe ser natural.

Informe por adelantado al niño de cómo funciona su cuerpo, sus zonas genitales, etc. para que no se encuentre con sorpresa alguna. El niño debe saber que existen en él zonas de su cuerpo, zonas tales como pene, vagina, que son buenas y limpias delante de Dios, al igual que sus manos, ojos..., y que todo su cuerpo es creado por Dios.

10. ¿Debo alentar a que mi hijo aumente su vida social?

Sí, aliente el horizonte del niño con intereses artísticos, sociales, espirituales, físicos y deportivos. Que su vida no se limite solamente a la escuela y al hogar.

La educación sexual tendrá un lugar importante para «tirar abajo» mitos, tabúes y culpas que dicho tema ocasiona y que la historia agrega.

Por Bernardo Stamateas
Fuente: Avanza por Más

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.