Por Fernando Alexis Jiménez | Cuando un padre de familia o alguien con personas bajo su responsabilidad—por ejemplo los gobernantes--, le
abren puertas a Satanás, él entra a ejercer influencia sobre viviendas, barrios, ciudades y países enteros.
Un ejemplo claro lo hallamos en el rey Acaz, de quien dice la Biblia que: “…sacó
las cosas de valor del templo del Señor, del palacio real y de las
casas de los jefes para dárselas como tributo al rey de Asiria, no
consiguió de él ninguna ayuda.
Pero a pesar de encontrarse en tal aprieto, continuó siendo infiel al Señor. ¡Así era el rey Ahaz!
Ofreció
sacrificios a los dioses de Damasco, que fueron la causa de su derrota.
Pensó que, si los dioses
de Siria habían ayudado a los reyes de este país, también le
ayudarían a él, si les ofrecía sacrificios. Pero ellos fueron la causa
de su propia ruina y de la ruina de todo Israel.
Ahaz juntó los utensilios del templo de Dios y los hizo pedazos, cerró las
puertas del templo y mandó que se le hiciesen altares paganos en todas las esquinas de Jerusalén. Edificó santuarios paganos en todas las ciudades de Judá para quemar incienso a otros dioses, provocando así la ira
del Señor, Dios de sus antepasados.”(2 Crónicas 28:21-25, Versión Popular)
La inclinación del monarca a la idolatría, trajo como consecuencia la derrota, la ruina y enfermedades
para su pueblo. Él pecó contra Dios, pero también el pueblo fue llevado a la crisis.
¿Qué de alguien que ve pornografía o guarda amuletos en una vivienda? Afecta a todos quienes residen bajo
el mismo techo. No lo olvide: Satanás se vale de cualquier oportunidad para ejercer dominio sobre un territorio.
En los aires, los demonios se oponen al plan de Dios
Hay
tres cielos. ¿Recuerda? El primero, compuesto por todo lo que vemos. El
segundo, donde se mueven las
tinieblas y, el tercero, donde está Dios. Sobre este aspecto he
escrito bastante y aprovecharé nuevos Estudios para profundizar en el
asunto, pero mi propósito es ilustrar el gobierno territorial
de los espíritus.
El profeta Daniel estaba orando a Dios por su pueblo, y el Señor le envió un mensajero. “Entonces me dijo:
"No tengas miedo, Daniel. Tu
petición fue escuchada desde el primer día en que te propusiste ganar
entendimiento y humillarte ante tu Dios. En respuesta a
ella estoy aquí. Durante veintiún días el príncipe de Persia se me
opuso, así que acudió en mi ayuda Miguel, uno de los príncipes de primer
rango. Y me quedé allí, con los reyes de Persia. Pero
ahora he venido a explicarte lo que va a suceder con tu pueblo en el
futuro, pues la visión tiene que ver con el porvenir.”(Daniel 10:12- .
Nueva Versión
Internacional)
Tome nota: Dios respondió a las oraciones de Daniel, sin embargo, Satanás y sus huestes se oponen
abiertamente a que se cumpla Su plan divino.
Eso
explica por qué en muchas áreas parecieran infructuosos los esfuerzos
evangelísticos. No obstante,
cuando se hace guerra espiritual mediante caminatas de oración,
ungir con aceite áreas y lugares donde se compartirán las Buenas Nuevas,
ayunos y vigilias—entre otras actividades--, las
fortalezas espirituales de maldad se debilitan y el Evangelio puede
penetrar poderosamente en diferentes lugares. ¡Las vendas del enemigo
caen del rostro de almas que, de otra manera, correrían
el peligro de perderse por la eternidad sin Cristo en su corazón!
Ídolos con revestimiento de religiosidad
En mi amado país, Colombia, hay imágenes religiosas que reciben adoración. Esos ídolos se constituyen en
“puntos de contacto” para el mundo de las tinieblas. Ejercen dominio sobre los territorios gracias a esas prácticas de veneración de feligreses.
Cuando Pablo y sus colaboradores comenzaron a predicar en Éfeso, se enfrentaron abiertamente a la potestad
territorial que dominaba allí. Las Escrituras señalan que “Por aquellos días se produjo un gran disturbio a propósito del Camino. Un platero llamado
Demetrio, que hacía figuras en plata del templo de Artemisa, proporcionaba a los artesanos no poca ganancia.25
Los reunió con otros obreros del ramo, y les dijo: —Compañeros, ustedes
saben que obtenemos buenos ingresos de este oficio. Les consta
además que el tal Pablo ha logrado persuadir a mucha gente, no sólo en
Éfeso sino en casi toda la provincia de Asia. Él sostiene que
no son dioses los que se hacen con las manos. Ahora bien, no sólo
hay el peligro de que se desprestigie nuestro oficio, sino también de
que el templo de la gran diosa Artemisa sea menospreciado,
y que la diosa misma, a quien adoran toda la provincia de Asia y el
mundo entero, sea despojada de su divina majestad. Al oír esto, se
enfurecieron y comenzaron a gritar:—¡Grande es
Artemisa de los efesios! En seguida toda la ciudad se alborotó. La
turba en masa se precipitó en el teatro, arrastrando a Gayo y a
Aristarco, compañeros de viaje de Pablo, que eran de
Macedonia.”(Hechos 19:23-29, Nueva Versión Internacional)
Literalmente se enfrentaron al mismo demonio, a la fortaleza que gobernaba ese territorio y dominaba sobre
hombres y mujeres.
¿Cómo comienzan a tomar fuerza las fortalezas de maldad? Desde la mente. Recuerde, es el principal blanco
de ataque de Satanás y sus huestes. Es por eso que el mundo está inundado de perversión, pornografía y antivalores.
El autor Francis Frangipane, explica que “Estas
fortalezas existen en los patrones de pensamientos y
de ideas que gobiernan en los individuos, las iglesias, las
comunidades y las naciones, antes que se pueda reclamar la victoria, es
necesario derribar tales fortalezas y quitarle la armadura a
Satanás. Entonces las armas poderosas de la Palabra y del Espíritu
podrán zaquear la casa de Satanás con toda eficacia.”(Frangipane,
Francis. “Los 3 campos de la lucha espiritual”. Editorial
Desafío, Colombia. 1989, pg. 30.)
Las fortalezas, en esencia, deben derribarse. Es esencial y en esa tarea debe vincularse activamente la
iglesia de Jesucristo hoy día.
Los demonios sienten que un territorio es de su propiedad
El
Señor Jesús compartió con sus discípulos y nosotros hoy, un pasaje que
le invito a considerar
detenidamente: “Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va
por lugares áridos, buscando descanso sin encontrarlo. Entonces dice: "Volveré
a la casa
de donde salí." Cuando llega, la encuentra desocupada, barrida y
arreglada. Luego va y trae a otros siete espíritus más malvados que él, y
entran a vivir allí. Así que el estado postrero de
aquella persona resulta peor que el primero. Así le pasará también a
esta generación malvada. “(Mateo 12:43-45. Nueva Versión Internacional)
Los
demonios, como describe el amado Salvador, buscan corporizarse, y lo
hacen a través de hombres y
mujeres que les han abierto camino. Igual, toman gobierno de
ciudades donde abunda el pecado y mediante prácticas perversas e
idolátricas, se les abren puertas.
Mediante la oración, y ejerciendo la autoridad de
Cristo en nuestras vidas, recobramos territorios--incluso viviendas--hoy
en manos de las tinieblas...
¿Casas poseídas por Satanás?
El relato de la casa gobernada por espíritus en Argentina, es común en muchos países. El que esos lugares
hayan sido utilizados para cultos satánicos, les permite ejercer demonio.
¿Qué hacer? Es necesario cerrar puertas al mundo de las tinieblas y deshacerse de todo lo que le conceda
“derecho legal” al enemigo.
El patriarca Josué fue claro al advertirle a Israel: “Por
lo tanto,
ahora ustedes entréguense al Señor y sírvanle fielmente. Desháganse
de los dioses que sus antepasados adoraron al otro lado del río Éufrates
y en Egipto, y sirvan sólo al Señor. Pero si a ustedes
les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a
servir: a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río
Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya
tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo
serviremos al Señor.”(Josué 24:14, 15. Nueva versión Internacional)
Todo parte de una decisión personal, revestida de firmeza, renunciando a todo lo que pudiera atarnos al
mundo de las tinieblas.
Generando confusión en el mundo de las tinieblas
Cuando echamos fuera todo lo que permite el dominio territorial, el mundo de las tinieblas sufre confusión
como describe el profeta Jeremías: “La
palabra del Señor acerca de los babilonios y de su país vino al profeta
Jeremías: «¡Anuncien y proclamen entre las
naciones! ¡Proclámenlo, levanten un estandarte! No oculten nada,
sino digan: "¡Babilonia será conquistada!¡Bel quedará en
vergüenza! ¡Marduc quedará aterrado!¡Sus imágenes quedan
humilladas, y aterrados sus ídolos!.”(Jeremías 50:1, 2. Nueva
Versión Internacional)
Aunque
inicialmente el pasaje alude a la confrontación a Babilonia, tiene
estrecha relación con la Guerra
Espiritual y nos muestra que podemos generar confusión en el mundo
de las tinieblas cuando lo enfrentamos. En oración, bajo el poder y
autoridad de Jesucristo, derribamos fortalezas territoriales
(Cf. Lucas 10:18, 19).
Es entonces cuando la iglesia asume su papel protagónico en guerra espiritual a través de la oración, como
explica el autor y conferencista internacional, Frank Marzullo: “Si
quiere ganar su ciudad, su iglesia, su hogar, su negocio para Jesús,
hay que empezar aquí. En el Nombre de Jesús hay que
atar el poder de los espíritus que Satanás ha asignado a fin de que
gobiernen sobre áreas en particular.”(Marzullo, Frank. “Victoria sobre
los espíritus malignos”. Editorial Unilit. EE.UU., 1996,
pg. 12)
Como pastor, obrero o líder pregúntese: “¿Qué estoy haciendo para evitar el avance del mundo de las
tinieblas a través de las fortalezas territoriales?”. Recuerde
que usted y yo libramos la batalla en oración y junto con nuestras
congregaciones, debemos avanzar en esa dirección: recuperar
los territorios en manos de los demonios.
Tiempo de dar la batalla
Además
de debilitar el accionar del mundo satánico, es necesario compartir con
las almas la importancia de
sacar el anatema de los hogares. Que haya una renuncia voluntaria a
toda atadura con el ocultismo. Es un paso fundamental para que
comencemos a recuperar territorios.
Las caminatas de oración, tomando para Cristo territorios, constituyen una opción importante orientada a
derribar fortalezas como negocios de prostitución, discotecas, cantinas, centros de espiritismo, moteles y otros “puntos de contacto” mediante los cuales Satanás tiene “derecho
legal” a gobernar sobre un área específica.
Comparto, para concluir, un incidente ocurrido hace algún tiempo cuando nuestra denominación rentaba un
edificio de tres pisos. Los dos primeros, los ocupábamos nosotros. En el tercero, se ubicaba una discoteca.
¿Peleamos con ellos? En absoluto. Dimos la batalla en oración. Clamor. Persistencia. Convicción de que
Dios peleaba por nosotros.
Cierto día, sin que nos esforzáramos físicamente salvo el clamor permanente, los propietarios decidieron
retirar el negocio tras una gresca en la que participaron varios de los fiesteros.
¡Es tiempo de dar la batalla! Vamos a recuperar el mundo para el Reino de Dios. Satanás y sus huestes no
pueden seguir avanzando, porque sencillamente, no se lo vamos a permitir…
Fuentes: Estudios Bíblicos
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