2 Samuel 11: 1-4 “Aconteció al año siguiente, en el
tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus
siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y sitiaron a Rabá; pero
David se quedó en Jerusalén. Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó
David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el
terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa. Envió David
a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam,
mujer de Urías heteo. Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él
durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su
casa”.
Aquel jovencito que venció al gigante Goliat con la
ayuda de Dios, ya se había convertido en un rey, luego de pasar por un tiempo
de desierto Dios había cumplido su promesa, ahora ya no era un joven mas, ahora
era un hombre de reino, un hombre de guerra y sobre todo un hombre conforme al
corazón de Dios.
Pero aun esos hombres que son conforme al corazón de
Dios pueden cometer grandes errores, es decir que no importa el grado
espiritual que tengas, siempre estarás propenso a caer en un error si no te
percatas a tiempo, no importa que privilegio estés desempeñando, eso no te garantiza
la espiritualidad total en todo tiempo, es por ello que la Palabra de Dios nos
exhorta y nos dice: “El que este firme, mire que no caiga”
La historia bíblica que leímos al inicio, comienza
haciendo énfasis a una cosa impórtate y esta es: “en el tiempo que salen los
reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo
Israel” (v. 1)
Me llama mucho la atención que la Palabra menciona “en
el tiempo que salen los reyes a la guerra”, ¿Qué era David?, ¿Acaso no era un
rey?, Claro que lo era, entonces ¿Dónde tendría que estar?, Si, tendría que
estar en la Guerra, pero lejos de ir a la Guerra había enviado a Joab su hombre
confianza y a sus siervos y a todo Israel a pelear, mientras el se había
quedado en su Palacio.
Y es que nosotros difícilmente nos vamos a percatar
que cuando no estamos en lugar donde debemos estar en momento determinado,
podemos cometer lo peores errores de nuestra vida, todo por no estar en el
lugar donde debo de estar.
La historia sigue narrando como David al verse en un
lugar en donde NO DEBIA estar, se paseaba por el terrado de la casa real,
cuando de repente vio a una mujer que se estaba bañando, y la Biblia enfatiza
que: “la cual era muy hermosa”.
La hermosa mujer se llamaba Betsabé, era la esposa de
Urías heteo, uno de los soldados mas fieles al rey, pero David dejado llevar
por sus emociones carnales, pregunto por ella y pese a darse cuenta que estaba
casada, no le importo y la mando a traer, para dormir con ella.
Increíblemente vemos un acto de adulterio de parte del
flamante rey David, si, aquel de cual hemos escuchado desde pequeño y del cual
hemos leído muchos salmos de su autoría. El hecho de haber sido utilizado
grandemente por Dios para derrotar a un gigante que aterrorizaba a su pueblo,
no era razón para decir que David no cometería grandes errores en algún momento
determinado de su vida.
Lastimosamente, este era ese momento determinado en la
vida de David, en donde permitió que los deseos de la carne se apoderaran de
El, olvidándose por un momento de agradar a Dios. Todo esto sucedió, por estar
en el lugar y en el momento en donde NO DEBIA ESTAR, pues su lugar tendría que
haber sido LA GUERRA, pues era tiempo “en donde los reyes salían a la guerra”,
mas David se quedo en lugar EQUIVOCADO.
Realmente muchas veces no nos damos cuenta, que
cometemos errores grandísimos, por estar EN EL LUGAR EQUIVOCADO, y EN EL
MOMENTO EQUIVOCADO, y no hablo de casualidades, sino de CAUSALIDAD, pues
nosotros somos los que provocamos ese momento, cuando no entendemos en donde
esta nuestro lugar.
Pudiera seguir contado mas sobre esta historia, pero
no es mi idea llenar de muchas palabras este escrito, el día de mañana hablare
sobre el otro error de David. Pero en el que me quiero enfocar este día es en
el hecho de NO HACER, LO QUE TENDRÍA QUE HACER.
David tendría que haber estado con sus soldados y su
pueblo en plena guerra, mas su falta de compromiso lo hizo cometer uno de los
errores que mas le iban a doler, pues no se imaginaba lo difícil que serian los
resultados de su mal proceder.
Amados hermanos, no permitamos que esos errores
arruinen nuestra reputación, no te pasees sobre el terrado, cuando tengas que
estar en la guerra, no te desubiques sobre el lugar en donde tendrías que
estar, porque aparecerán muchas Betsabé las cuales no podrás obviar y
terminaras cediendo a la tentación.
Es momento de evaluar donde es mi sitio, en que lugar
debemos estar en este momento y si en la guerra y no en el Palacio es hora de
que SALGAS CORRIENDO, tomes tu armadura y tus armas y ve a la Guerra, porque
ahí esta tu lugar, pues si te descuidas terminaras paseándote en el terrado con
grades probabilidades de fallarle al Señor.
El terrado puede muy cómodo y tentador, pero la guerra
es en donde se forjan los verdaderos guerreros y la que nos enseña que tan
Grande es Jehová de los Ejércitos.
Autor: Enrique Monterroza
Escrito para: destellodesugloria.org
Fuente: aliento Diario
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