jueves, 5 de diciembre de 2013

Factores que influyen en la madurez espiritual




 Leer | Efesios 4.14-16 | El devocional de ayer habló de tres pasos para el crecimiento espiritual: renovar la mente mediante la lectura de la Biblia, confesar el pecado, y arrepentirse. Hoy veremos tres factores más que nos ayudarán a madurar espiritualmente.

 A cualquier creyente, ya sea maduro o joven en la fe, le conviene recibir orientación espiritual. He visto a hombres y mujeres apartarse de Dios por haber sido demasiado orgullosos para reconocer su debilidad. El Señor nos ve como somos en realidad; carecemos de la capacidad de vernos a nosotros mismos objetivamente, por lo cual es importante tener alguien que sea sincero en cuanto a nuestras faltas y errores. Un confidente temeroso de Dios no será condenatorio, sino amable y compasivo.

También crecemos espiritualmente cuando servimos a Dios mediante el servicio a los demás. A veces, esto puede significar ministrar a alguien que tiende a resaltar nuestras peores características. Pero involucrarse en la vida de alguien así puede ayudarnos a aprender a tener paciencia, tolerancia y amor.

Un paso más es responder adecuadamente al dolor y a las dificultades. Todos deseamos que nuestro mayor crecimiento se produzca durante períodos tranquilos de nuestra vida. Pero la verdad es que crecemos cuando enfrentamos adversidades. Enfocarnos en el Señor, no en la fuente de nuestro dolor, es la respuesta adecuada.

Por tanto, ¿quiere usted en verdad crecer espiritualmente? Para ello se requiere tiempo, atención y dedicación. Pero si se decide a transitar el camino de Dios para el crecimiento espiritual, puede esperar llegar a ser más como Cristo cada día.

(En Contacto)

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