LEA: Jeremías 29:4-14 | A los 86 años, Ken Deal concluyó con una
predicación dominical más de tres décadas de ministerio voluntario en cárceles
y prisiones. Su mensaje a los presos trató sobre servir al Señor durante el
encarcelamiento.
Muchos de los ejemplos que utilizó eran de prisioneros, algunos
sentenciados a cadena perpetua. En un lugar del cual todos quieren salir, los
alentó a crecer y compartir con los demás las buenas nuevas de Jesucristo.
Cuando el pueblo de Judá fue llevado cautivo por el rey Nabucodonosor y
exiliado a Babilonia por desobedecer a Dios, el profeta Jeremías le envió este
mensaje del Señor: «Edificad casas, y habitadlas; y plantad huertos, y comed
del fruto de ellos. Casaos, y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros
hijos, […] y multiplicaos ahí, y no os disminuyáis» (Jeremías 29:5-6).
Quizá hoy enfrentemos circunstancias limitantes. Sea por nuestro propio
error o sin culpa alguna, podemos «pasar» la situación o buscar la fortaleza
del Señor para «crecer» por medio de ella. El desafío de cada confinamiento es
multiplicarse en vez de reducirse; crecer y no disminuir. La meta del Señor es
darnos «un futuro y una esperanza» (v. 11 lbla).
Una situación límite puede brindarle al alma una oportunidad de crecer.
(Nuestro Pan Diario)
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